CIUDAD DE MEXICO (AP) — El candidato presidencial republicano Donald Trump realiza el miércoles un viaje relámpago a México para encontrarse con el presidente de un país al que ha hecho blanco de críticas y calificado como origen de violadores y criminales que llegan a Estados Unidos.
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El viaje, que aparece como una decisión política arriesgada a apenas 10 semanas de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, ocurre unas horas antes de que Trump pronuncie un esperado discurso en torno a la inmigración no autorizada, un tema central en su campaña sobre el que recientemente ha titubeado.
Trump llegará a invitación del presidente Enrique Peña Nieto a México, un país donde es ampliamente despreciado. Se preveían manifestaciones, mientras un ex presidente y una ex primera dama abiertamente le dijeron al multimillonario neoyorquino que a pesar de la hospitalidad del mandatario mexicano, no es bienvenido.
«Aunque lo hayan invitado, sepa que no es bienvenido. Los mexicanos tenemos dignidad y repudiamos su discurso de odio», señaló en su cuenta de Twitter la ex primera dama Margarita Zavala, considerada posible candidata presidencial para 2018.
El ex presidente Vicente Fox (2000-2006) dijo a la cadena CNN que los mexicanos no lo quieren y rechazan su visita.
Trump ha dicho que deportaría a los cerca de 11 millones de personas que se estima viven en Estados Unidos sin permiso de residencia, además de que obligaría a México a construir un muro en la frontera común.
Recientemente, sin embargo, insinuó en encuentros con simpatizantes hispanos que podría suavizar las posturas recalcitrantes que defendió durante las elecciones primarias de su partido. El magnate está bajo presión para aclarar su posición, en parte por los mensajes encontrados que envían los miembros de su equipo.
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«Los estadounidenses van a ver claramente que hay un candidato en esta campaña que está preparado para tomar los pasos necesarios para terminar con el flujo de inmigración ilegal», dijo el miércoles en CNN Mike Pence, el compañero de fórmula de Trump.
Ciudadanos comunes, políticos, académicos e intelectuales criticaron la invitación que le hizo el mandatario mexicano.
El único viaje previo fuera de Estados Unidos en su calidad de candidato presidencial fue a principios del verano cuando voló a Escocia para estar en la reapertura de uno de sus campos de golf.
Peña Nieto invitó a México tanto a Trump como a la candidata demócrata Hillary Clinton.
Peña Nieto ha sido muy crítico con la política migratoria original que defendía el republicano, especialmente su insistencia de que México pagaría el muro fronterizo. En una entrevista en marzo, el Peña Nieto dijo que su país «de ninguna manera» se haría cargo del gasto.
En la misma entrevista, el mandatario comparó la retórica de Trump con la de los dictadores Adolf Hitler y Benito Mussolini y afirmó que había dañado los lazos bilaterales. También los expresidentes de México Vicente Fox y Felipe Calderón han aludido a Hitler al describir a Trump.
Peña Nieto adoptó un tono diferente el martes. «Creo en el diálogo para promover los intereses de México en el mundo, y principalmente para proteger a los mexicanos donde quiera que estén», señaló en su cuenta de Twitter.
El gobernador de New Jersey, Chris Christie, estrecho aliado de Trump, ha sido uno de los que ha instado al empresario a hacer el viaje a México, según una persona familiarizada con sus conversaciones y que pidió permanecer en el anonimato para hablar sobre el tema. Christie hizo su propio viaje a Ciudad de México en septiembre de 2014 y tiene una relación cordial con el presidente de México.