Los católicos de Francia fueron invitados hoy, 29 de julio, a guardar una jornada de ayuno y oración en memoria del sacerdote asesinado el pasado martes en una iglesia de Normandía y en contra del terrorismo, una iniciativa apoyada por representantes de otros cultos.
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El presidente de la Conferencia Episcopal Francesa y arzobispo de Marsella, Georges Pontier, lanzó la propuesta horas después de que Adel Kermiche y Abel Malik Petitjean asesinaran a un cura que estaba oficiando una misa en la parroquia de Saint-Étienne du Rouvray, en las afueras de Ruán (noroeste).
«Invito a todos los católicos de Francia a una jornada de ayuno y de oración por nuestro país y por la paz en el mundo», indicó en un comunicado difundido por su organización, que hizo coincidir la invitación con el día tradicional de abstinencia de carne entre los cristianos.
A ese acto simbólico se unieron posteriormente en señal de solidaridad protestantes, coptos e incluso el rabino de Francia, Haïm Korsia.
La jornada de ayuno fue acompañada de la convocatoria de misas y otros actos de recuerdo en homenaje de Jacques Hamel, el sacerdote de 86 años de edad que falleció en la toma de rehenes del pasado martes.