En el Ecuador, según estadísticas de la Agencia Nacional de Tránsito (ANT), el 21% de los siniestros de tránsito que se han registrado hasta mayo de 2016 (2.870 casos) corresponde a conducir desatento a las condiciones de tránsito, en lo que se incluye al uso del celular.
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Y es que los conductores que manejan y usan el teléfono tienen cuatro veces más probabilidades de verse envueltos en un accidentes que los que no, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Testimonios de taxistas y ciudadanos corroboran que efectivamente manejar y usar el celular reduce la capacidad de reaccionar. “Uno se desconcentra un poco, porque baja la vista para revisar el celular. Y aunque sea una acción poco consciente todo en su momento la hacemos”, dice Marcos Ruiz, de 22 años.
El taxista Hugo Mora, al respecto, comenta que transitar por la calle “a la defensiva” es la única alternativa para evitarse un accidente, porque “todos, principalmente los jóvenes conducen con el celular y eso es un riesgo”, asegura.
Investigaciones sobre el tema señalan que se reduce en 35% la capacidad de reaccionar a un chofer cuando este usa el celular para chatear.
Hablar por teléfono mientras se conduce, de acuerdo con lo contemplado en el Código Orgánico Integral Penal (COIP, es una contravención de sexta clase y es sancionada con una multa equivalente al 10% del Salario Básico Unificado (SBU)y la reducción de 3 puntos en la licencia de conducir.