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Protesta por comida en Caracas terminó con robos y detenidos

El desvío de un camión de comida devino en manifestaciones en las avenidas Fuerzas Armadas y Urdaneta.

Personas que hacían cola frente al Central Madeirense de la avenida Fuerzas Armadas, en el centro de la ciudad, vieron cómo ayer a las 9:00 am llegaba un camión con bultos de arroz y de azúcar que fue rápidamente desviado por la Guardia Nacional Bolivariana hacia los Comités Locales de Abastecimiento y Producción, CLAP. Una trabajadora del mercado advirtió que en adelante ahí no se venderían más productos regulados.

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El descontento se sumó a otros que hacían colas en negocios cercanos. Con gritos de “queremos comida”, “tenemos hambre” y “estamos desesperados”, trancaron el paso por la avenida y obstaculizaron el tránsito de vehículos y del Buscaracas. Funcionarios de la GNB y la Policía Nacional Bolivariana intentaron disolver la manifestación.

A las 10:30 am, alrededor de 150 personas decidieron ir hasta Miraflores y caminaron hacia la avenida Urdaneta donde también les cortaron el paso. Muchos comercios bajaron las santamarías.
Daniel Aponte, jefe del gobierno del Distrito Capital, intentó mediar con los manifestantes, acompañado de un escolta que llevaba una pistola en la mano. Las personas le mostraban mangos y sardinas y le decían que eso era lo único que estaban comiendo. Deivis Ramírez, reportero de El Universal, se acercó a recoger algunas declaraciones. Aponte le quitó el teléfono y se lo dio a un escolta.

“Me sacaron de la protesta a empujones e insultos. El celular se lo quedó un GNB. Aunque intenté solventar el incidente, el señor Daniel Aponte me gritó que no le ‘daba la gana de dar declaraciones’ y que me sacaran”, relató. El periodista luego fue golpeado por presuntos miembros de colectivos y funcionarios de seguridad.

Desde los edificios, la gente tocaba cacerolas gritando consignas y hasta lanzaba mangos y objetos contundentes a quienes intentaban aplacar la protesta.
Los manifestantes golpearon a un hombre perteneciente a un colectivo hasta dejarlo en el piso. Un PNB lo rescató. La intención de llegar a Miraflores se frustró en la avenida Urdaneta frente a la sede del Cicpc. A los funcionarios ya presentes se sumaron otros del Cicpc y del Sebin. Entre todos, con bombas lacrimógenas replegaron a los manifestantes hasta la Fuerzas Armadas. Allí hubo una segunda oleada de agresiones.

 

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