Llegan a su lugar favorito con ganas de comérselo todo, porque detrás de este mostrador hay todo tipo de delicias artesanales. El es el encargado de amasar a diario más de 50 kilos de diferentes harinas. Pueden encontrar desde galletas de distintos sabores y formas, hasta muffins o tartas personalizadas. Muchos vienen también a por su premio y los dueños sacrifican sus ahorros. Pero ellos no son los únicos clientes. Una clientela muy variada que viene a disfrutar de su rincón del placer. Ruptly
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