video: RTS.com.ec
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La historia de Danna Arauz es un ejemplo de solidaridad pues la pequeña demostró que no importa el porte o la edad cuando lo importante es las ganas de ayudar.
Arauz decidió aportar a los damnificados del terremoto del pasado 16 de abril con agua y para ello se le ocurrió la idea de intercambiar sus peluches con agua.
Ella emprendió su actividad y tuvo gran acogida, ya que muchos vecinos del cantón Durán, donde ella vive, se acercaron para colaborar con la causa y además para darle más juguetes para que pueda continuar donando.
Con tan solo 10 años la pequeña detalla que lo único que tenía en su mente era ayudar a las personas que sufrían por esta tragedia.
“Solo tenía en mi mente ayudar, el día que saqué mis juguetes incluso no le dijo a mi mamá”, detalla la pequeña quien luego recibió el visto bueno de su madre para realizar la acción solidaria.