Ryan Lawrence golpeó muchas veces con un bate de béisbol a su pequeña hija Maddox enferma de cáncer.
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Luego incineró su cuerpo durante horas, puso los restos en una bolsa de plástico junto con un ladrillo y arrojó la bolsa al agua.
Antes del asesinato, el hombre fue a una tienda de segunda mano y compró una peluca y un bigote para esconderse, además, cuando fue detenido se le encontró en posesión de complementos para ir de campamento y un libro de cómo evitar ser capturado.
El caso ha conmocionado a la sociedad estadounidense que espera que se aplique todo el rigor de la ley.
Fuente: CNN