Recibir las utilidades es un derecho que tienen todos los empleados de empresas privadas del país. Según el Art. 97 del Código del Trabajo, el empleador o empresa reconocerá en beneficio de sus trabajadores el 15% de las utilidades líquidas de esta.
PUBLICIDAD
Por ello, este dinero o ganancia se convierte en una porción importante de recursos recibidos en el año y que le permiten solventar deudas pendientes, además, afrontar los usuales gastos.
¿Pero cómo hacerlo? El secreto está en enfocarse en las prioridades, más no en evitar gastar esos ingresos. Para ello, es importante definir cosas o metas a pequeño, mediano y largo plazo, como pauta para direccionar esos recursos, y poner un orden que permita acercarse más a sus objetivos.
Una vez definidas, tenemos que precisar qué necesitamos hacer para alcanzarlas e incluir un presupuesto aproximado. Para ello, una cuenta especial de ahorro sería de útilidad, o pólizas en caso de objetivos a largo plazo.
El dinero sobrante —después de hacer todos los pagos— es precisamente el dinero que se puede gastar libremente.
Hay que tener en cuenta que los «distractores», que son los bienes de consumo, cuando están en oferta suelen ser muy tentadores, pero con los objetivos claros y con una adecuada planificación de los ingresos, usted podrá administrar de forma eficiente los recursos para lo urgente y para satisfacer sus gustos.