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Después de distintas investigaciones, las autoridades de Bruselas descubrieron que los sospechosos que causaron la muerte de 34 personas y cientos de heridos en el aeropuerto y metro de la ciudad, usaron clavos en sus bombas para lograr un daño mayor en las víctimas.
Esto fue comprobado en la radiografía de uno de los heridos de los ataques que se adjudicó el Estado Islámico, gracias a la imagen que facilitó el Hospital Militar en Neder-over-Heembeek, ubicado al norte de la capital belga.
Al menos otras dos bombas con este tipo de materiales fueron halladas en las redadas que se llevaron a cabo tras la masacre, además de una bandera del grupo terrorista, informó «ABC News».
Antes de darse a conocer estos datos, la Policía Federal de Bruselas publicó una imagen en la que aparecen tres posibles responsables del atentado en el aeropuerto.
De acuerdo con el portal de noticias belga «Le Soire», una tercera bomba fue desactivada en el aeropuerto de Bruselas antes de que causara daños.
