Donde horas antes Lula da Silva juraba su cargo, miles de personas desplegaban sus banderas y pedían que el ex presidente fuera detenido. Indignación que, por segunda noche consecutiva, se ha topado con una fuerte presencia policial que no han conseguido detener. Aunque, para algunos, su desafío a los agentes les ha durado una carrera. El resto asegura que no parará hasta que esta imagen no se haga real. Pero si en la calle el gobierno es cuestionado, desde Venezuela se cuestiona la suspensión cautelar del nombramiento del ex presidente. Video/ Reuters
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