Presentado por:Hospital Metropolitano

Estilo de Vida

El cáncer de próstata es el más frecuente en los varones y los exámenes le cuidan

El cáncer de próstata es la neoplastia más frecuente en varones. Metro conversó con el Dr. Francisco Xavier Coronel Godoy, urólogo del Hospital Metropolitano, para conocer más sobre este tipo de cáncer, cómo tratarlo, sus factores de riesgo y saber más sobre la cirugía robótica mediante el robot Da Vinci. El especialista señala que existen diferentes tipos de tumores de próstata, unos más agresivos que otros. El tratamiento depende del tipo de tumor en el paciente y de la expectativa de vida en esa persona. 

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Detección a tiempo.

El chequeo prostático debe realizarse a partir de los 50 años, señala el doctor Coronel. “Normalmente cuando hay antecedentes de cáncer de próstata en la familia, recomendamos los chequeos a partir de los 45”. El chequeo de próstata debe ser direccionado prevaleciendo los factores de riesgo del paciente. “Por ejemplo, el tumor de próstata puede tener mayor incidencia en personas con antecedentes de ese cáncer en la familia, personas de raza afroecuatoriana y antecedentes que nos llevan a sospechar mayor probabilidad”. Antecedentes de cáncer de seno en la madre o antecedentes de cáncer de próstata en los familiares causan cierta predisposición genética de estos tumores.

Frecuencia del examen.

El doctor Coronel señala que no es necesario hacerlo todos los años. Depende de cómo se comporte de acuerdo al primer examen. “Si usted tiene un antígeno prostático que es el examen de sangre, y está en valores aceptables para la edad, puede diferirse ese control más tiempo, pero sí es necesario, a partir de los 50 años, iniciar los chequeos. El médico verá en el momento en el que sea imprescindible hacer un examen de acuerdo a los parámetros que se determine en el chequeo.

Señales de problemas.

La mayoría de veces, el cáncer de próstata no se presenta con síntomas. De ahí la importancia del chequeo prostático. Si es que la próstata nos avisara sería todo más fácil, pero no presenta sintomatología. Las complicaciones relacionadas al cáncer son más evidentes en casos avanzados. “Dentro de la enfermedad benigna, hay un crecimiento prostático donde sí hay síntomas como dificultad para orinar, dolor, chorro delgado, frecuentes ganas de orinar. Eso no implica necesariamente que sea un cáncer. El chequeo prostático debe ser realizado, ya que el cáncer no avisa en sus fases iniciales”.

Cómo tratar este cáncer.

Depende del grado del tumor y de la edad del paciente. Existen pacientes que tienen un grado de tumor bajo y una edad mayor en los cuales se puede hacer lo que llamamos ‘vigilancia activa’, o sea hacer un control periódico de cómo evoluciona ese tumor sin necesidad de recurrir a otros tratamientos más invasivos y sólo optar por otra estrategia cuando detectemos un cambio de comportamiento más agresivo de ese tumor, según explica el experto. Eso es para pacientes con una expectativa de vida un poco menor y con cánceres de bajo riesgo.

“Para tumores de riesgo intermedio o alto, lo mejor es un tratamiento con fines curativos. Para ese tratamiento, los urólogos preferimos la cirugía. Ahí tenemos varias técnicas para hacerla, todas con buenos resultados, sin embargo, la técnica que en lo personal recomendamos es la cirugía robótica porque la asistencia del robot nos permite mayor precisión en la cirugía y, a mayor precisión, mejor beneficio para el paciente”, manifiesta Coronel.

La cirugía robótica es de tipo laparoscópica y tiene bajas tasas de incidencia de riesgos que  pueden ser incontinencia y disfunción eréctil. “La cirugía robótica no se hace con tanta frecuencia porque implica costos un poco más elevados. En EE.UU. esta cirugía es el ‘padrón oro’ porque es la más difundida en ese medio y porque allá los seguros son más universales y permiten el desarrollo de la misma. Aquí estamos en el inicio de esa alternativa, pero creemos que en el futuro, en Ecuador, también será un ‘padrón oro’”. Con la cirugía robótica hay menores tasas de necesidad de transfusión de sangre, existen mejores resultados en relación a la continencia y la erección, filtra los movimientos menos coordinados de los brazos del cirujano y en ciertos casos, el tiempo de uso de una sonda se disminuye. 

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