El ritmo de vida actual nos lleva a hacer de lado muchas situaciones importantes que tienen que ver con nuestra salud. Sin embargo, es muy importante que tengas claro que tu bienestar es importante y que debes tener un contacto frecuente con tu doctor de confianza para que confirme que todo está en orden y evitar complicaciones.
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Estos son los chequeos que no debes pasar por alto:
Densitometría ósea
Es una técnica mejorada de rayos X de bajas dosis con la cual se puede medir la densidad ósea, comparada con datos de individuos sanos, y con ello concluir el grado de resistencia de los huesos y la posibilidad de sufrir una fractura antes de que ocurra.
Es el método más extendido por su baja radiación, precisión y capacidad de medir en zonas muy específicas como columna lumbar, cadera y antebrazo.
La densitometría ósea se recomienda en dos grupos:
- Mujeres mayores de 65 años y/o mujeres post menopaúsicas jóvenes, cuando presentan factores de riesgo de fractura como historia previa de fracturas, historia familiar de fracturas, delgadez, hábito tabáquico activo.
- Existen otros factores de riesgo, como el tratamiento con esteroides, enfermedades que cursan con disminución de la densidad ósea, como insuficiencia hepática y renal crónica.
Según la doctora Isabel Faria Urdaneta, médico especialista en radiología y radióloga de la Unidad de Imágenes del Omnihospital, precisó que el procedimiento se realiza con un equipo especial conformado por una mesa acolchada donde se recuesta el paciente, un generador de rayos X que por lo general se ubica debajo del paciente y un detector de estos rayos X que realiza el barrido sobre el cuerpo, enviándose un haz delgado de baja dosis que es invisible para luego ser procesado por un software especial que computa y visualiza la densidad ósea en el monitor de computadora.
Exámenes de seno
Uno de los males que afecta a las mujeres es el cáncer de mama, y es que además hay una falta de conocimiento que empeora la situación, cuando se puede prevenir.
De acuerdo a la doctora Alicia González Guarnizo, Imagenóloga y Radióloga de mamá especialista en Imagen e Intervención mamaria del Omnihospital, se recomienda iniciar con la exploración anual a través de un screening a partir de los 40 años; y desde los 60 a 80 años se recomienda realizarlo cada dos años.
El screening o tamizaje de cáncer de mama es una exploración que se realiza en mujeres asintomáticas o sanas, con la finalidad de detectar signos incipientes de cáncer de mama con la finalidad de poder reducir la mortalidad de la enfermedad.
“Con la técnica de imagen se puede detectar un cáncer mamario hasta 2 o 3 años antes de que sea clínicamente evidente o palpable, es lo que se denomina detección precoz oportuna”, indicó a Metro la doctora González Guarnizo.
El screening se realiza a través de un estudio de imagen llamado Mamografía, que es el Gold Estándar para la detección oportuna.
Papanicolau
La AECC Contra el Cáncer, explica que este se realiza ante la sospecha de anomalías en el cuello uterino por infección por Virus del Papiloma Humano (VPH) o presencia de ulceras en el cuello de la matriz. También es conocida como citología y es capaz de prevenir el desarrollo de cáncer cervical. Para ésta, debes ir con un especialista que analizará una muestra de células de tu cuello uterino.
Los ginecólogos recomiendan realizar este examen en cuanto el paciente comience a tener una vida sexual activa o a partir de los 21 años.
Glucometría
De acuerdo con The Hormone Health Network, se trata de un chequeo sencillo que sirve para medir los niveles de glucosa en sangre. Se recomienda a mujeres que sean propensas a padecer Diabetes Mellitus (o que ya hayan sido diagnosticadas), hipoglucemia, hiperglucemia y a mujeres embarazadas.
El procedimiento se realiza con un glucómetro, que es un aparato que toma una pequeñísima muestra de sangre para medir el azúcar.
Colesterol y presión arterial
De acuerdo con The Texas Heart Institute, esta es una prueba que no podemos pasar por alto, ya que tanto la presión como el colesterol, pueden alterarse sin que nos demos cuenta.
El estrés diario y una mala alimentación, son los responsables de que nuestro cuerpo sufra estos cambios inadvertidos. Es importante hacerse un chequeo regular, especialmente a partir de los 30 años (o antes, si se tienen antecedentes familiares) para evitar eventos cardiovasculares.
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