Cada 29 de septiembre se celebra el Día Mundial del Corazón, con el objetivo de concienciar a la población sobre las enfermedades cardiovasculares, su prevención, control y tratamiento.
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A nivel mundial, las enfermedades del corazón son la primera causa de muerte. Y es que los infartos, las enfermedades cerebro vasculares, insuficiencia cardíaca y diabetes, en conjunto, representan el 25% de causas de muerte en Ecuador.
Según Vladimir Ullauri, cardiólogo del Hospital Metropolitano y Presidente de la Sociedad Ecuatoriana de Cardiología Núcleo Pichincha, las enfermedades más comunes en la población ecuatoriana son: infarto agudo al miocardio, insuficiencia cardiaca y las enfermedades cerebro vasculares.
Ullauri explica que estas enfermedades son el producto de múltiples factores de riesgo o condiciones que se van presentando en el transcurso de la vida, de una manera no diagnosticada o mal controlada. Estas puede ser: hipertensión arterial, diabetes, alteraciones del colesterol, triglicéridos, tabaquismo, sedentarismo, sobrepeso y el estrés. «Estas condiciones, que no fueron controladas oportunamente o prevenidas, conducen a este tipo de enfermedades», indica.
Por eso, un diagnóstico oportuno es necesario para poder controlar estas condiciones de forma adecuada.
Signos de alerta
Ullauri señala que existen enfermedades cardiovasculares que pueden estar presentes en el organismo de forma asintomática. Pero, entre los síntomas más frecuentes que sugerirían padecer algún problema de este tipo, están: presión en el centro del pecho, sensación de falta de aire o ahogo al realizar actividad física, hinchazón o edema de piernas, dolores de cabeza frecuentes y desmayos.
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«Lo fundamental es tener una evaluación periódica y desde tempranas edades, sobretodo si se ha tenido antecedentes familiares. Lo que procede en esos casos es realizar una evaluación de riesgo. En cuanto a la población mayor de 40 años, es necesaria una evaluación cardiovascular que consiste en determinar la presencia o no de factores de riesgo, como presión arterial alta, colesterol alto, niveles de glucosa alterados, tabaquismo, alteraciones de peso, obesidad abdominal y factores psicosociales como un mal estilo de alimentación y estrés emocional», indica.
En estos tiempos de pandemia, factores emocionales, distanciamiento o miedo a presentarse a una consulta médica, pueden ocasionar una descompensación en la salud o la aparición de enfermedades cardiovasculares con mayor riesgo de complicaciones o incluso de muerte.
«Es importante tener en cuenta que las enfermedades cardiovasculares son prevenibles y la prevención nace desde el hogar. Debemos tener un estilo de vida saludable», recalca Ullauri. El experto recomienda llevar una dieta adecuada eliminando el exceso de grasas y carbohidratos; realizar actividad física óptima, con ejercicio cardiovascular entre tres a cinco días por semana, de 30 a 60 minutos por día; y evitar alteraciones en cuanto a colesterol, presión y glucosa alta.
«El objetivo fundamental, a través de las evaluaciones médicas, es disminuir la mortalidad y tener una calidad de vida óptima. La meta es tener una vida saludable para compartir a plenitud con nuestras familias», culmina.