En la actualidad, la producción avícola en el Ecuador es una de las actividades más significativas de la economía ecuatoriana. Se estima que el ecuatoriano consume carne de pollo entre dos y tres veces a la semana, según estudios de la Corporación Nacional de Avicultores del Ecuador (Conave), debido al bajo costo de esta proteína y a la versatilidad en su preparación.
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Sin embargo, el consumo masivo de pollo en el país no siempre fue así. La avicultura inició como industria en Ecuador en 1957 con la planta de incubación artificial llamada Avícola Helvética. Un año después, en Quito, empezó la producción de huevos comerciales y la venta de pollitas importadas en la finca “La estancia” ubicada en Puembo.
En ese entonces, «el pollo era un producto de consumo selectivo y ocasional», según reseña un Estudio de Mercado Avícola desarrollado por la Superintendencia de Control y Poder de Mercado. En el documento señala que no es sino a partir de 1970 que la actividad avícola toma importancia con el aparecimiento de más empresas ubicadas en las provincias más grandes del país: Pichincha, Guayas y Manabí.
Este impulso dado por el aumento de la demanda a partir del “boom petrolero”, permitió que el pollo pasara a ser parte de la dieta cotidiana de grupos de ingresos medios y altos. Ahora, está en la mesa de todos los ecuatorianos.
Pollo, una fuente inagotable de alimento y salud
La carne de pollo es sabrosa, poco grasa y fácil de digerir. Es rica en proteínas de alto valor biológico y supone un aporte importante de minerales, como fósforo, hierro, potasio y vitaminas esenciales del grupo B (B1, B2, B3 y B6) y ácido fólico.
Se destaca por ser una proteína animal de bajo costo, consumida por la mayoría de la población, independientemente de su nivel de ingresos.
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Una muestra de ello son las múltiples formas con los que puedes disfrutar y alimentarte en familia. En KFC, por ejemplo, con el 25% de descuento en los combos de 9 presas y papas fritas, así como en el de 7 presas con alitas y papas, del 6 al 10 de julio.
Según Conave, el consumo de carne de pollo se extiende a nivel nacional y actualmente se registran granjas avícolas en todas las provincias del país, con una producción permanente a lo largo del año. Esto ha hecho que se convierta en una fuente de trabajo muy rentable para las personas que se dedican a esta actividad.
