La atención dental está suspendida durante la emergencia de COVID-19 en Ecuador. ¿La razón? Los tratamientos dentales implican procedimientos donde se usan turbinas de alta velocidad, micromotores y raspados ultrasonidos, dispositivos que producen aerosoles (gotitas de agua muy pequeñas) que en contacto con saliva de una persona infectada se vuelven altamente peligrosos puesto que estos se dispersan en superficies del consultorio o clínica dental.
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El peligro se da en producir contaminación cruzada que es el contagio de paciente a profesional, de auxiliar a paciente o de paciente a paciente, explica la odontóloga general Mayte Orquera. Sin embargo, representantes de la salud del Gobierno Nacional indicó que puede darse algunas atenciones en caso de emergencias dentales.
¿Qué es una emergencia dental y qué hacer?
Emergencia dental es la aparición repentina de alguna condición patológica, por ejemplo, un dolor intenso que no permita que podamos dormir o ingerir alimentos. En ese caso, se intenta controlar con analgésicos hasta poder tratar la causa de dolor.
Un absceso es otra emergencia dental que se presenta con la hinchazón de labios y mejillas, resultado de una infección producida generalmente por una necrosis pulpar. Este problema seguramente inicio hace algunas semanas pero al no ser tratado llego a producir tal patología. En ese caso necesitamos drenar y actuar con terapia antibiótica.
Los traumatismos también son una emergencia y se produce por caídas, golpes o accidentes donde se comprometen estructuras blandas (encías, lengua, maxilares o dientes). Generalmente necesitan ser tratados de manera urgente.
Sin embargo, el desprendimiento de brackets o alguna restauración no es una emergencia dental si no existe dolor.
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Recomendaciones generales para un buen cuidado dental
La higiene dental es la mejor prevención de cualquier patología bucal. En esta emergencia sanitaria por COVID- 19, Orquera recomienda ser más cuidadosos con el cepillado de los dientes, de forma regular después de cada comida, el cual debe durar mínimo tres minutos y debe abarcar todas las superficies dentales incluida la lengua. Además. se debe procurar el uso diario de hilo dental y enjuague bucal. Un buen cepillado dental previene caries y problemas periodontales.
Es importante también que cuidemos nuestra alimentación para que no ocurra accidentes. Si tenemos restauraciones debemos eliminar de nuestra dieta la ingesta de golosinas (chicles, caramelos, melcochas) y alimentos duros (habas o maíz tostado) que puedan provocar que perdamos una restauración o que fracturemos una pieza dental. Además, de no usar los dientes para abrir ningún objeto.
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