Estilo de Vida

25 de noviembre: USD 1,8 billones pierden al año las empresas ecuatorianas por la violencia contra las mujeres

En Ecuador, la violencia contra las mujeres en relaciones de pareja afecta a por lo menos 6 de cada 10 mujeres (INEC,2011). La problemática también impacta en el sector empresarial.

PUBLICIDAD

La Cooperación Alemana, implementada por la GIZ, a través del programa Prevención de violencia contra las mujeres presentó este jueves los resultados del estudio “Los costos empresariales de la violencia contra las mujeres en Ecuador”.

La Directora residente de la Agencia de la GIZ en Ecuador, Christiane Danne, explicó que la violencia contra las mujeres, aunque ocurra en la esfera de lo privado, afecta al mundo de los negocios.

“Con esto se generan costos invisibles, no identificados y considerados ajenos a la producción, pero que inciden en los resultados económicos”, dijo.

El estudio elaborado con la colaboración de la Universidad San Martín de Porres, la Cámara de Industrias y Producción (CIP) y CERES tiene el objetivo de promover los conocimientos sobre el impacto económico que genera la violencia contra las mujeres en el sector empresarial, y evidencia las primeras acciones que han tomado las empresas.

En el evento, el Doctor Arístides Vara-Horna, investigador de la Universidad San Martín de Porres (Perú) y autor de la investigación, señaló que el impacto económico de la violencia contra las mujeres, en relaciones de pareja, ocasiona a las grandes y medianas empresas ecuatorianas una pérdida de productividad de casi USD 1,8 billones de dólares por año, equivalente al 1,65% del Producto Interno Bruto.

Asimismo, destacó que 31 de cada 100 trabajadoras/es de las grandes y medianas empresas ecuatorianas estuvieron involucrados/as directamente en situaciones de violencia sea como agredidas o como agresores, en algún momento de su relación de pareja. Además, el 81,3% de los costos recae en aquella que pasa desapercibida, es decir la violencia que está “normalizada”.

La violencia contra las mujeres se ha mantenido invisible para las empresas porque se consideraba como un asunto privado y muy personal que no les competía, asumiendo también que era poco frecuente y sin repercusión en la productividad. Además, la empresa asume una posición de indiferencia social porque adicionalmente no sabe cómo atender el problema o porque cree que su prevención es ajena a sus intereses de negocio. Estas ideas son equivocadas y producto más de prejuicios sociales que de conocimiento científico.

Resultados de la investigación sobre los impactos económicos en las grandes y medianas empresas privadas ecuatorianas de la violencia contra las mujeres en relaciones de pareja

  1. 31 de cada 100 trabajadoras(es) de las grandes y medianas empresas ecuatorianas estuvo involucrada(o) directamente en situaciones de violencia contra la mujer, sea como agredidas o como agresores, en algún momento de su relación de pareja.
  2. Comparado con los porcentajes nacionales, la violencia contra la mujer reportada por el personal es prácticamente la mitad. Esto tiene sentido porque en las grandes y medianas empresas existen medidas de seguridad, control y protección hacia su personal, que sin saberlo ofrecen espacios seguros para las mujeres.
  3. En el caso de las mujeres agredidas, se reportan con mayor frecuencia la violencia psicológica (32%), seguida de la física (14,5%), sexual (5,5%) y económica (4,8%). En el contexto laboral, lo más frecuente fueron las amenazas por teléfono o correo electrónico (10,7%). En el caso de los hombres, la tendencia en el reporte de ataque es similar, aunque los porcentajes varían.

Impacto de violencia contra las mujeres en la productividad  Ausentismo y tardanza Hay más mujeres agredidas (+20%) y hombres agresores (+24%) que faltan al trabajo en comparación con los grupos que no lo son. En cuanto a la tardanza, las trabajadoras agredidas y trabajadores agresores presentan mayores niveles de tardanza. Presentismo Comparando a las trabajadoras agredidas frente a las que no lo son, hay más trabajadoras agredidas que presentan presentismo (+20%). Lo mismo ocurre con los trabajadores agresores frente a los que no lo son (+40%). Días perdidos El total de días al año que pierden las empresas ecuatorianas a causa de la violencia contra la mujer es 18.153.892,2 días laborales por todo el personal involucrado en situaciones de VcM. En promedio, se pierden 10,5 días hábiles laborales por año por trabajadora agredida, 12,8 días por trabajador agresor, 7,8 por trabajadora que la atestigua y 11,4 días por trabajador testigo. Tanto en agredidas como en agresores y personal que atestigua VcM, se observa mayor cantidad de días perdidos por presentismo que por ausentismo y tardanza, mostrando un enorme costo invisible (aproximadamente del 60%), pues es fácil medir las tardanzas y ausentismo, pero el presentismo representa un reto para las gerencias, pasando casi la mayoría de las veces desapercibido. Personal afectado y fuerza laboral perdida La VcM ha afectado al 46,88% del personal adecuadamente empleado en Ecuador, perdiéndose un total de 18.153.892 días laborales productivos, equivalente a la fuerza laboral de 63.034 trabajadoras(es) laborando a tiempo completo con cero productividad durante todo un año. Costos basados en salarios Basándose únicamente en salarios, en el escenario más conservador, el costo de la VcM para las empresas privadas ecuatorianas es de US$ 574.076.646,40 por año, calculados sobre los días de trabajo perdidos por presentismo, ausentismo y tardanzas, provenientes de trabajadores agresores (45,6%), trabajadoras agredidas (23%) y personal que atestigua situaciones de violencia contra sus colegas mujeres (31,4%). Costos invisibles basados en valor agregado Incluyendo el factor de productividad (valor agregado), el costo de la VcM para las empresas privadas ecuatorianas aumenta 3,1 veces, alcanzando la cifra de US$ 1.786.708.588,74 por año, calculados sobre la fuerza laboral perdida, proveniente de trabajadores agresores, trabajadoras agredidas y personal que atestigua situaciones de violencia contra su colegas mujeres. Este costo equivale al 1,65% del producto interno bruto nacional. Hay que advertir que estos costos solo corresponden a las grandes y medianas empresas y personal adecuadamente empleado. Costos diferenciados por tipo de violencia La VcM muy grave es la que ocasiona más días perdidos de productividad a nivel individual (32 al año), pero representa a 11 de cada 1.000 trabajadoras(es) y, por tanto, los costos anuales en valor agregado equivalen al 7,3% del total. En cambio, la VcM considerada como más leve (normalizada, desapercibida), genera pérdidas individuales entre 8 y 13 días al año, pero como afecta a 247 de cada 1.000 trabajadoras(es), ocasiona el 49,9% de los costos totales. Si a esta cifra le sumamos el costo de 164 de cada 1.000 trabajadoras(es) que atestiguan VcM, estaríamos hablando del 81,3% de los costos totales. Es decir, que tanto en términos humanos y éticos, pero también técnicos y económicos, es mucho más conveniente que las organizaciones se orienten hacia la prevención para evitar que la VcM ocurra, así como a reconocerla en sus estadios iniciales, orientando al personal que la atestigua para que pueda derivar oportunamente los casos, antes que atender casos graves cuando el daño personal pueda ser irreparable y económicamente cuantioso. En estos casos graves es muy poco lo que empresa puede hacer, más allá de contener y asegurar la integridad de las agredidas, además de realizar una derivación urgente para que reciban los servicios especializados de salud y justicia.

PUBLICIDAD

Tags


Lo Último