El doctor Eduardo Castro, médico neurólogo del Hospital Metropolitano, explica detalles sobre la enfermedad del Alzheimer. Comenta que es una enfermedad rara antes de los 65 años. Cuando se da el caso, es por un origen genético.
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“A partir de los 65 años, el riesgo se duplica cada cinco años, es decir a los 75-80, el riesgo bordea un 20%. En el Alzheimer, los cambios patológicos del cerebro empiezan décadas antes de que el mal se exprese», señaló.
Dicho detalle tendrá repercusión en los próximos años. Porque ya se investiga y se trata de ubicar a las personas que tienen riesgo de sufrir Alzheimer para identificarlo temprano.
Alzheimer, los factores genéticos
Castro indica que cuando el Alzheimer se expresa, el daño es amplio. Además los tratamientos ofrecen pocas luces. Por ello, identificar el mal décadas antes es un avance fundamental.
“La enfermedad nace de una predisposición genética más factores ambientales que se añaden. Algunos factores genéticos han sido identificados. Si alguien nace con un gen conocido como ‘apoE4’ tiene un riesgo significativo. A raíz de este gen, se identifican otros genes que predisponen a un individuo a desarrollar la enfermedad. Aunque esta se exprese en la tercera edad”, indicó.
El paciente con Alzheimer presenta cambios en su circulación. Además, otros procesos degenerativos propios de la enfermedad.
Según el experto, se considera que 70% de casos pueden ser evitados y retrasados. Esto es clave porque si alguien no tiene esta enfermedad a los 70 u 80 años, su vida cambia a favor ya que tiene más años productivos a su favor. Los principales factores de riesgo identificados son los cardiovasculares. En ellos se toma en cuenta la presión arterial, diabetes, colesterol, lípidos, el cigarrillo y la inactividad física.
“No hay que esperar a la enfermedad, sino desde jóvenes debemos cuidar los factores cardiovasculares. Haciendo ejercicio, con una dieta sana, evitando fumar y vigilando el colesterol”, precisó.
Otro factor que juega un papel importante es la educación. Las personas educadas tienen menor riesgo de Alzheimer. Las que hacen mayor actividad física también, quienes no tienen cuadros de depresión son menos propensos. Todos estos factores pueden ser corregidos para disminuir el peligro.
¿Cómo reconocer la enfermedad?
Los casos esporádicos de Alzheimer son la mayoría y asoman cuando se altera la ‘memoria episódica’, la de episodios de la vida recientes. Eso se afecta porque el sitio donde se dispara la enfermedad es fundamentalmente en las áreas del cerebro que controlan estas funciones. A diferencia con otros tipos de alteración de memoria, en este caso, a pesar de que a la persona se le dé una pista, no recuerda nada de un episodio que pasó hace poco.
Ese dato es importante para tranquilizar a quienes señalan que se olvidan las cosas. Si a una persona se le da una pista y recuerda lo que pasó, esta es una señal de no tener Alzheimer, pero si no se recuerda nada, es preocupante.
Cuando hay Alzheimer se debe enfrentarlo en familia. Hay sitios donde se entrenan las funciones motoras y cognitivas de la persona y ayudan a sus familiares a no romper la rutina.
Es una enfermedad dolorosa que daña la estabilidad familiar. Los medicamentos son pocos y solo lentifican una caída inevitable, pero el ejercicio y una dieta sana son aliados.
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