La seriefilia ha pasado de ser una maldición a convertirse en una tortura que molesta incluso a los más adeptos.
PUBLICIDAD
Gabriela Orozco Calderón profesora de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) dice que esta seriefilia se desarrolla por una vida social baja. A la vez esta filia deriva en aburrimiento, por lo que encontramos consuelo en las plataformas digitales.
El problema se siente cuando ya te invade la ansiedad por no ver tu serie o algún inconveniente te impide verla. Estas situaciones reflejan trastornos psicológicos o psiquiátricos.
Debido a una vida sedentaria aparecen problemas de salud como obesidad, mala alimentación, alteración del sueño y diabetes.