Ciertas prácticas sexuales pueden ser más riesgosas que otras. En esto se interesó el portal IFL Science.
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Para llegar a las conclusiones, tomaron en cuenta los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.
Las 7 prácticas sexuales que más accidentes provocan se alejan bastante de lo que podríamos denominar prácticas sadomasoquistas, pese a lo que podríamos pensar en un principio. Tiene sentido, claro, ya que por pura estadística cuanto más normal y practicada sea una acción sexual en concreto, más probabilidad tendrá de ser la que más accidentes provoca entre la población en general.
Esta es la lista publicada por IFL, ordenada de menor a mayor riesgo:
1. Sexo oral
La que menor peligro entraña. En realidad ocupa un puesto en la lista por el peligro de usar los dientes cerca de zonas tan delicadas como las genitales, lo que puede causar alguna pequeña herida y aumentar los riesgos de enfermedades de transmisión sexual.
2. Uso de juguetes sexuales u objetos
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Inserción de objetos extraños en la uretra (sitio poco recomendable para explorar sexualmente), juguetes sexuales que causan desgarros o que simplemente no salen, a veces llegando a causar un daño considerable. Apenas entraña riesgo, pero se gana el sexto puesto en la lista.
3. La postura de la vaquera
O lo que es lo mismo, con la persona penetrada encima. Lo cual provoca una falta de control en el penetrador que aumenta el riesgo de las temidas y dolorosas fracturas de pene.
4. La masturbación
Malas noticias para el onanismo. Según diversos estudios referenciados por IFL Science, el 18% de las fracturas de pene ocurren durante la masturbación, así que mejor tomarnos las cosas con calma y optar por lo clásico.
5. El misionero
La postura reina de los dormitorios, tanto que algunas personas llegan a considerarla «aburrida», ocupa el tercer puesto de la lista, por mucho que nos pueda sorprender. Y es que según un estudio de 2017 el 26% de los casos de fractura de pene ocurrieron mientras los amantes estaban en esta postura. Pese a que es el penetrador aquí quien domina el movimiento, se culpa al vigor de generar la rotura.
6. El perrito
Otra estrella en los dormitorios de todo el mundo, y la segunda práctica sexual con más riesgo según el top elaborado con la revista. Precisan que tanto en su versión vaginal como anal pero que la gran mayoría de accidentes ocurridos en esta postura involucra a las parejas heterosexuales.
7. Fisting
La única práctica extrema de la lista y mucho menos convencional es también la más peligrosa. Más común en varones homosexuales que en el resto, según una exhaustiva revisión de 14 estudios realizada en el Journal of Forensic and Legal Medicine, el 22% de las veces que se practica en un dormitorio acaba con lesiones, ya sean externas o internas. Y es que emular lo que vemos en la pornografía sin un mínimo de conocimiento sobre el tema es un craso error.
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