Estilo de Vida

Lectura en la niñez es la base para la inteligencia

Un estudio realizado por la Universidad de Edimburgo afirmó la idea de que la inteligencia no es una capacidad fija sino que depende de factores externos como la lectura

Se sabe que la lectura brinda varias habilidades cognitivas que hacen la diferencia durante la etapa adulta, desde mayor léxico como también una escritura compleja y original.

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Cientos de estudios giran alrededor de las capacidades que brinda la lectocomprensión desde edad temprana. Una nueva investigación aseguró mediante un trabajo de campo realizado con dos gemelos, que los niños expuestos a leer tienen mayor inteligencia como también puntuaciones más altas durante la etapa escolar.

La investigación fue llevada a cabo por especialistas de la Universidad de Edimburgo y constó en la premisa de partir de un diseño longitudinal sobre el desarrollo cognitivo en gemelos monocigóticos evaluados en cinco momentos diferentes desde los 7 a los 16 años de edad.

Este descubrimiento afirmó la idea de que la inteligencia no es una capacidad fija o innata sino que depende de factores externos a los que el ser humano está expuesto durante toda su vida.

La capacidad de leer y comprender el texto es indudablemente importante en la sociedad moderna, y la capacidad de lectura se ha asociado durante siglos con la mejora de la salud, la educación, el estatus socioeconómico y la creatividad.

Mientras que la lectura puede ocasionar grandes avances en diferentes aspecto -por ejemplo, la capacidad de extraer información de los textos es de gran importancia para obtener cualificaciones educativas- un mecanismo adicional para estas asociaciones puede ser que la lectura tenga un efecto causal en habilidades cognitivas más generales que están asociadas con mejores resultados en el curso de la vida.

La lectura puede, con el tiempo, mejorar la inteligencia general. Dada la evidencia de que tanto la capacidad de leer como el interés son susceptibles de intervención, los hallazgos que demuestran que la mejora de estos factores podrían impulsar el desarrollo de la inteligencia educadores», aseguró Stuart J. Ritchie principal responsable del estudio publicado.

Al decodificar letras, palabras, frases y oraciones que conforman un todo, se activan zonas de la corteza del cerebro, que reconocen el valor semántico como también, el significado de las palabras. De esto se encargan las cortezas occipital y temporal. La frontal motora se enciende al evocar sonidos, mientras que los recuerdos activan el hipocampo y el lóbulo temporal medial. La cadena es infinita. Con la lectura se lee una frase, se la interpreta, y ésta evoca recuerdos, aromas, colores y sonidos, memorias de nuestra mente.

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Al leer, el cerebro hace representaciones visuales de los paisajes, escenas o momentos, potenciando la imaginación y capacidad visuoespacial. Diversos estudios recientes indican, además, que las personas que leen literatura con frecuencia desarrollan más la empatía. Esto es así, porque al leer, la persona se identifica con los personajes, con sus vivencias y aventuras, poniéndose en su lugar e identificándose afectivamente con ellas», señaló Ayoze González, Responsable de la Unidad de Neurología en Hospital San Roque de Las Palmas a el país.

Pero sus beneficios son múltiples y en muchos casos también está relacionado con la salud del ser humano. Se sabe que su ejercitación puede ser la clave de la longevidad y la forma más eficaz para evitar el envejecimiento neuronal propio de la edad avanzada.

«Cuanta mayor reserva cognitiva tenga, mayor será la capacidad de mantenerse mentalmente sano durante mayor tiempo. Aunque estemos en fases iniciales de una enfermedad neurodegenerativa, si conseguimos potenciar la neuroplasticidad de las neuronas sanas, conseguiremos mantener, e incluso desarrollar, nuevas conexiones neuronales que permitan contrarrestar durante un tiempo la enfermedad», concluyó el neurólogo Ayoze González.

Fuente: Infobae

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