Aunque se ha dicho que el azúcar puede ser dañina para la salud, científicos han determinado que podría proteger frente a determinados tumores cerebrales.
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Investigadores de la Universidad de Ohio, EEUU, descubrieron que los gliomas son menos comunes entre las personas con diabetes o niveles altos de glucosa en sangre, lo que podría deberse a un efecto protector del azúcar contra estos tumores cerebrales.
El azúcar se asocia a múltiples enfermedades como la obesidad, la diabetes o la caries, pero la investigación publicada en la revista Scientific Reports parece haber encontrado una brecha en estos efectos perjudiciales y, en el caso de determinados tumores cerebrales, podría resultar beneficioso.
Los expertos determinaron que el exceso de azúcar reduciría el riesgo de sufrir este tipo específico de tumor, después de que en un trabajo previo se hubiera visto que las personas con un alto nivel de azúcar también presentaban un riesgo menor de padecer meningiomas, otro tipo de tumor cerebral que suele resultar benigno.
Para realizar la investigación, el equipo evaluó los datos de azúcar en sangre y diabetes y su relación con el riesgo de padecer un tumor cerebral en los participantes de dos estudios. El primero se realizó en Suecia sobre una muestra de 528.580 personas y el otro en Suecia y Austria a 269.365 personas.
De todos ellos, 812 participantes desarrollaron gliomas pero vieron que aquellos sujetos con diabetes o problemas con el azúcar mostraron una menor posibilidad de sufrir este tipo de tumores, reporta hispantv
Según Judith Swartzbaum, una de las autoras del trabajo, «los resultados sugieren que el propio tumor afecta a los niveles de glucosa o que una alta presencia de azúcar en la sangre podría, paradójicamente, servir como protector reduciendo el riesgo de enfermedad».
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El glioma comienza a desarrollarse en las células que rodean y ayudan al funcionamiento de las células nerviosas. Es una enfermedad diagnosticada normalmente en personas de mediana edad y para la que no existen aún tratamientos que aseguren la supervivencia a largo plazo.
El equipo espera que estos resultados ayuden a comprender mejor los mecanismos que participan en su desarrollo, aunque advierte que aún quedan mucho trabajo para determinar si esa relación entre azúcar y tumores puede ser beneficiosa para los pacientes que sufren este tipo de cáncer.
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