Tal vez eres más inteligente de lo que pensabas y eso lo vas a descubrir cuando sepas cuáles son los hábitos de una persona inteligente. Soñar despierto, irritación por sonidos molestos y criticarte así mismo son algunos de ellos.
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Científicos descubrieron algunas particularidades en el comportamiento humano que pueden ser indicadores de que eres más inteligente que los demás.
Existen estudios en los que se destacó que otros hábitos que pueden indicar que una persona es extraordinariamente inteligente son: acostarse tarde, hablar solo, tener pocos amigos, así como hacer poca actividad física diaria e incluso ver películas ‘basura’.
Estas son algunas prácticas cotidianas:
Pronunciar malas palabras: Si crees que maldecir es sinónimo de mala educación, estas equivocado. El equipo de científicos encabezado por Timothy B. Jay, del College of Liberal Arts de Massachusetts, EE.UU., asegura que las malas palabras no indican la pobreza del vocabulario de una persona.
Por el contrario, la fluidez a la hora de decir malas palabras está relacionada con la fluidez verbal, y añaden que una persona inteligente tiene un vocabulario más amplio, incluso para utilizar las malas palabras.
Tener el escritorio desordenado: Un experimento de científicos de la Universidad de Minnesota sugiere que otro hábito que muchos pueden considerar malo es propio de una persona es inteligente. El desorden en el escritorio es relacionado con niveles de creatividad más altos que la media, así como con las ideas innovadoras, rasgos que indican que una persona es inteligente.
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La autora del estudio, la psicóloga Kathleen Vohs, asegura que un ambiente ordenado «estimula las convenciones e ir a lo seguro».
Irritarse por los sonidos molestos: Si eres de los que le molestan los ruidos externos o como por ejemplo cuando una persona mastica, también puede ser una señal de que eres más inteligente y creativo de lo que pensabas, de acuerdo con la publicación de RT.
De acuerdo con un estudio por la Universidad Northwestern, la gente más creativa tiene la peor tolerancia para filtrar la información sensorial irrelevante, ya que la pueden percibir como una distracción.
Soñar despierto y distraerse: El equipo de investigadores de la Universidad de California reveló que otro rasgo característico de las personas más inteligentes es soñar, distraerse y meditar mucho cuando se trata de realizar alguna tarea. Según los autores puede servir como fuente de inspiración en la búsqueda de resoluciones de ciertos problemas.
Los investigadores destacan que quienes a la hora de recibir alguna tarea exigente primero se encargan de otras menos importantes o difíciles, luego cumplen mejor la tarea inicial.
Es por ello que, si tu mente suele divagar antes de empezar alguna tarea complicada o a la hora de realizar algún trabajo y «piensa en cosas que no están relacionadas con lo que debe hacer», puede que sea una señal de que usted posee capacidades mentales más desarrolladas.
Criticarse a sí mismo: Si crees que las personas inteligentes son seguras de sí mismas, estas equivocado. Los científicos del Departamento de Psicología de la Universidad Cornell descubrieron ya hace más de diez años en una serie de estudios que es la gente incompetente la que no es capaz de reconocer su incompetencia.
Este sesgo cognitivo es conocido como el efecto Dunning-Kruger. Según esta característica, la gente inteligente tiende a infravalorar sus capacidades y ser crítica con sí misma.
Garabatear: Un detalle más que caracteriza a las personas inteligentes es hacer garabatos y dibujos. Un estudio de científicos británicos ha revelado que garabatear, incluso inconscientemente, tiene un impacto beneficioso para la memoria y representa un modo visual de expresar emociones, ideas y conceptos.
De esa manera, en vez de obstaculizar la atención, ese proceso solo incrementa las capacidades de la memoria.
Los participantes de este estudio que realizaron garabatos inconscientemente durante llamadas telefónicas, posteriormente resultaron capaces de recordar hasta un 29 % más de la información durante las pruebas de memoria realizadas por los autores del estudio.