Intranquilidad, desesperación, preocupación excesiva y temor, ya sea por el futuro o la situación que se vive, son sensaciones que se experimentan al sufrir un episodio de ansiedad.
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La ansiedad se puede volver un problema de salud emocional, pero también físico, debido a que puede tener efectos sobre tu cuerpo.
De acuerdo con un estudio realizado por el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñoz, señala que entre 60% a 70% de las personas trastornos de ansiedad tienden a la cronicidad; es decir a enfrentarlo más de una vez.
Cambios en el cuerpo a causa de la ansiedad
Además de ser un detonante que impide disfrutar la vida al máximo, la ansiedad afecta el cuerpo, de acuerdo con salud 180.
-Cambia tu voz. la ansiedad provoca espasmos en los músculos de la garganta. Esto da lugar a que la garganta por lo que difícil tragar y esto ocasiona que la voz se haga más áspera.
-Reacciones hepáticas. Cuando el cuerpo se somete a estrés y ansiedad, el sistema adrenal produce una cantidad excesiva de la hormona del estrés cortisol.
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-Reacciones cutáneas. Ese frío, sudor pegajoso o calentamiento de mejillas enrojecidas, son signos externos del cuerpo de la tensión inmediata; todo se debe a un cambio en el flujo sanguíneo.
-Músculos. El cuerpo se «endurece» de forma natural, creando tensión en los grandes grupos musculares; lo que puede dar lugar a dolores de cabeza , rigidez en los hombros , dolor en el cuello e incluso migrañas .
-Estómago. Cuando el cuerpo experimenta ansiedad no regula adecuadamente la digestión de los alimentos, y en casos extremos puede tener efectos a largo plazo sobre los intestinos y los nutrientes que absorben el cuerpo.
-Bazo. Con el fin de distribuir más oxígeno al cuerpo para contrarrestar el agotamiento durante la situación de estrés, el bazo descarga glóbulos rojos y blancos adicionales. Su flujo de sangre también aumenta por 300 a 400 % durante este proceso con el fin de preparar el resto del cuerpo para las demandas añadidas.
Existen diferente formas de controlar la ansiedad; ejemplo, realizar un poco de ejercicio o una actividad que te permita relajarte.