El neurobiólogo Mark Changizi, del instituto de investigación sobre inteligencia artificial 2AI Labs, sugiere que se trata de una adaptación en la evolución del ser humano. Tal y como sucede con los neumáticos de los coches, las arrugas que se forman en los dedos actúan como las bandas de rodamiento de las ruedas y drenan el agua que se acumula, proporcionando un mayor agarre.
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Probar cómo se desarrolla un proceso evolutivo como este es muy complejo, informa la BBC, pero se insinúa que esta adaptación podría estar relacionada con una mejora en el agarre de nuestros antepasados en condiciones climatológicas de extrema humedad.
Pero no es suficiente con el simple contacto con el agua para que aparezcan estas marcas, es necesaria la exposción durante unos minutos para que estas aparezcan. También se ha demostrado que es mucho más fácil que el proceso se produzca con agua dulce que con agua salada, lo que reforzaría la idea de que el origen está en la evolución de los primates.
Mediante un experimento llevado a cabo por un equipo de científicos de la Universidad de Newcastle en el que un grupo de voluntarios debían sacar piedras de vidrio de un recipiente con agua y después llevarlas a un segundo contenedor a través de un pequeño agujero se intentó comprobar cuál era las ventajas que ofrecían los dedos arrugados con respecto a los dedos secos.
Los investigadores notaron que aquellas personas con los dedos húmedos tenían más facilidad para mover el vidrio. Estas arrugas en los dedos son evolución de nuestros ancestros que recolectaban alimentos de vegetación y de arroyos con las manos desnudas.
Frente a los voluntarios con los dedos arrugados, se hizo evidente que aquellos que tenían los dedos secos tardaban más en mover el vidrio. Igualmente, demostraron que no había ninguna ventaja en mover objetos secos con los dedos arrugados.
Así, la sugerencia de que las arrugas tienen una función específica de mejorar el agarre de objetos bajo el agua o cuando tienen que manejar superficies mojadas en general no es tan descabellada. Y es que, el común de las personan dan por sentado que las arrugas eran simplemente el resultado de una larga exposición al agua.
Sin embargo, las arrugas se producen cuando los vasos sanguíneos de los dedos se contraen por orden del sistema nervioso. Es decir, que se trata de una respuesta controlada al interactuar con el agua, hecho que llevó a los científicos a pensar que había una razón más profunda en las arrugas de los dedos. Finalmente, demostraron sin dudas que con los dedos arrugados, cogemos mejor objetos húmedos.
