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«La música expresa aquello que no puede decirse con palabras, pero que no puede permanecer en silencio», decía el poeta y dramaturgo Victor Hugo.
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Ecuador fue epicentro de un terremoto de magnitud 7.8 el pasado sábado, 16 de abril del 2016. Este desastre natural provocó la muerte de 655 personas y más de 29 mil albergados.
Ante esta situación, Jonathan Sánchez, un joven actor y humorista, decidió viajar hacia Chamanga para entregar donaciones y presentar una obra de teatro para los niños.
«Los niños respondieron muy bien, nos regalaron lo más bello que tenían: su sonrisa», comentó emocionado el actor reconocido como ‘Polilla’.
Sánchez indicó: «Al llegar sentimos mucho recelo, pensamos incluso que solo entregaríamos las donaciones, pero luego cambiamos de opinión. Iniciamos la dinámica con optimismo. Poco a poco los niños que estaban bajo las carpas decidieron unirse a nuestro plan».
«Por un momento nos olvidamos del terremoto. Nos sentimos más tranquilos», señaló Sánchez quien aseguró que no dejará de ayudar al pueblo afectado por el terremoto.
«Continuaremos con nuestras jornadas de teatro en varios sectores de la provincia. Estoy a las órdenes», concluyó el reconocido actor.
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Otro representante del teatro ecuatoriano que acudió a la ‘zona cero’ es Darío León. El actor independiente contó a METRO su experiencia en el área del desastre.
«En un inicio pensamos viajar con jornadas de teatro, pero organismos responsables de la zonas afectadas nos comentaron que aún no era tiempo», señaló León.
Por esta razón activó una alerta con su grupo cercano para llevar donaciones.
«No nos quedaremos con las manos cruzadas. En dos semanas llevaremos un circo popular a las zonas afectadas. Más de 250 actores, productores, humoristas y personas relacionadas con el arte saldremos de Quito en una caravana», indicó León.
Según León esta acción busca atacar los síntomas de depresión e incluso suicidios que se presentan después de tragedias naturales. Un ejemplo de este fenómeno postraumático es Japón que registró entre abril y junio de 2011, cuando el país acababa de sufrir el terremoto y tsunami que arrasó el 11 de marzo el noreste del país, 976 suicidios más que en el mismo periodo de 2010, según un informe publicado por la Agencia Nacional de Policía.
Frenar estos síntomas de estrés postraumático con arte es posible según Andrea Maldonado, licenciada en música, que indicó que esta terapia es ideal para situaciones catastróficas como la que vivió el Ecuador.
«Al escuchar música el cerebro secreta dopamina, que es una neurohormona que está correlacionada con el humor, el estado de ánimo, el sueño, entre otras cosas», señaló la especialista.
«La música no los saca de su realidad, pero les ayuda a resolver mejor los conflictos de su día a día», indicó Maldonado, quien además es cantante profesional.
«Los acordes que se usan en la música les ayuda a distencionarse. Es importante conocer que deben estar relacionadas con la programación de dinámicas y terapias de grupo. En esto se basa la importancia de que profesionales en diversas áreas de la salud, psicología y educación viajen a las zonas afectadas para prestar su ayuda», concluyó la experta.