¿Sabías que la lengua junto con las yemas de los dedos poseen la mayor densidad de terminaciones en el cuerpo humano? Si no lo sabías, es así, y es la principal razón por la que un apasionado beso puede enviar gran cantidad de sensaciones e información al cerebro.
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Durante un beso con lengua existe un importante intercambio de saliva que hace que el hombre pase testosterona a la mujer y actúe como un afrodisiaco que activa la receptividad sexual a la pareja, según el biologo e investigador David Bueno en entrevista con El País de España.
El científico además indicó que durante los besos, cuatro neurotransmisores (sustancias químicas que comunican unas neuronas con otras) básicos se despiertan: la dopamina, que nos hace sentir placer y bienestar; serotonina, con la que sentimos excitación o rechazo; la epinefrina, que aumenta la frecuencia cardiaca, sentimos calor y el corazón se acelera; y la oxitocina, que genera apego y confianza.