Una misma razón es la clave para el éxito o fracaso en el matrimonio. Según una investigación científica realizada en la Universidad de Florida, Estados Unidos, confirma la hipótesis luego de analizar los casos de más de 130 parejas.
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Las altas expectativas que tienen hombres y mujeres ante la vida que les depara el destino familiar pueden ser la base de una situación plena o de una intensa decepción y así terminaría la vida de matrimonio.
El estudio publicado en este 2016 por la revista ‘Personality and Social Psychology Bulletin’ se basa en una visita semestral al psicólogo durante cuatro años en el que se reportó el nivel de satisfacción con su matrimonio y los problemas que tenían.
En la publicación digital de Lyfestile, explica que la principal conclusión del estudio es que las altas expectativas iniciales del matrimonio solo constituyen un estímulo en aquellas parejas en los que el vínculo se logra establecer de manera más equilibrada, generando un lazo más fuerte.
Sin embargo, en aquellas parejas en que la relación no logra fortalecerse el tema de las aspiraciones incumpidas se va transformando en un abismo.
Lo que se logra establecer al analizar las respuetsas de los matrimonios es que «la gente necesita tener una idea de lo que puede obtener de la vida familiar antes de casarse. Obviamente, esto es difícil, lo que puede explicar por qué las parejas experimentan un desajuste entre lo que demandan y lo que realmente pueden lograr», señala James McNulty, profesor de Psicología en la Universidad Estatal de Florida y autor del estudio.
La investigación logró establecer un indicador medianemente objetivo que puede servir cómo orientación para hacer frente ante una crisis. Como es lógico, todas las pesonas desean alcanzar una buena relación en sus matrimonios, por lo que se generan un discurso en torno a ello.
Sin embargo, son las respuestas más viscerales las que indican si existe un problema. McNulty señala que si las personas «pueden sentir lo que les dice su instinto, más que el discurso racional, verán que hay un problema y entonces podrían beneficiarse de la exploración de eso, quizá incluso con un consejero matrimonial profesional».