Esta semana dos hombres de Skegness, en Lincolnshire, Reino Unido, fueron atrapados y enviados a prisión luego de que se tomaran selfies robando miles de libras de máquinas apostadoras y luego las publicaran en redes sociales. Benjamin Robinson (30 años) fue condenado a 32 meses de prisión, mientras que Daniel Hutchinson (24) recibió una sentencia de seis meses tras admitir haber tomado el dinero en efectivo.
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Pero no son los primeros delincuentes que caen por su propia estupidez. Aquí, les contamos otros casos:
Publicar el robo en Facebook
Andrew Hennells fue capturado gracias a que se jactó en Facebook de sus planes para asaltar el supermercado británico Tesco. La publicación incluyó una selfie, una foto de un cuchillo y una referencia al comercio.
Ladrón dormilón
En 2014, una pareja de jubilados de Lancashire, Reino Unido, regresó a su casa después de unas vacaciones y descubrió a un ladrón durmiendo en la cama. Martin Holtby y Pat Dyson se sorprendieron al encontrar al intruso, Lukasz Chojnowski, quien había lavado los platos, limpiado su ropa e incluso comprado algunos comestibles.
No se mueva, tengo un pepino»
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Un hombre que intentó robar una casa de apuestas en Glasgow, Escocia, «armado» con un pepino fue empujado al suelo por un oficial de policía fuera de servicio. Gary Rough blandió el vegetal cubierto en un calcetín negro a una empleada de Ladbrokes ubicada en Shettleston, al este de Glasgow, y exigió dinero en efectivo. Pero ella se negó. Entonces, Rough fue derribado y arrestado. En un principio dijo a la Policía que era todo una «broma», para luego preguntar: «¿Iré a la cárcel por esto?». Efectivamente fue a prisión en 2014 después de admitir un delito de asalto con la intención de robar.
«Atrápenme si pueden»
En febrero pasado un criminal en fuga tuvo la mala idea de burlarse de la Policía de Gwent, en Gales, después de que esta publicara una foto de él en Facebook. Ese mismo día fue atrapado. La Policía le agradeció por «destacar» sus «esfuerzos para devolverlo a la cárcel».
Por una bolsa en la cabeza
Christopher Badman, de Bridgend, en el sur de Gales, usó una bolsa en su cabeza para ocultar su identidad durante el robo a un hotel donde se desarrollaba una convención anual de Elvis Presley. Por desgracia para él, fue capturado por las cámaras de seguridad cuando se sacaba la bolsa de la cabeza y miraba hacia donde se encontraba la cámara.