Los 65 años son la edad marcada biológicamente en la que las personas comienzan a perder facultades físicas a la hora de conducir. Son muchos los países que reconocen esta falta de facultades y limitan la conducción a las personas de edad avanzada.
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Por ejemplo, en España solo el 3% de los conductores mayores de 65 años no superan las pruebas médicas para poder seguir conduciendo. En Ecuador, La Ley de Tránsito y su reglamento no establecen edad límite para conducir, pero a decir de expertos médicos, lo correcto es que tanto el adulto mayor como su familia sean maduros y admitan las limitaciones que podrían producirse y así evitar situaciones lamentables.
Se deben tomar en cuenta las alteraciones sensoperceptivas, como la respuesta más lenta a los cambios de iluminación, campo visual reducido, menor agudeza para detectar los objetos en movimiento y el mayor tiempo necesario para procesar la información.