Mirar pornografía no es malo, el problema, como todo en la vida, es el consumo abusivo. Al parecer, las consecuencias irían más allá de una adicción. De cierto modo, sí, el abuso del porno realmente puede dañar tu cerebro.
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De esta forma, quienes miran contenidos para adultos de forma constante podrían achicar su cerebro. Justo eso comprobaron investigadores alemanes que decidieron examinar el cerebro de 64 consumidores de pornografía.
Los voluntarios, todos hombres heterosexuales de entre 21 y 45 años, se sometieron a exámenes y los resultados fueron bastante claros: El cuerpo estriado era de menor tamaño de lo normal y, el funcionamiento de la corteza prefrontal era más débil.
¿Cuál es la causa? Los investigadores creen que los efectos anatómicos que el consumo de pornografía tiene sobre el cerebro, se deben a una sobrecarga en el sistema cerebral de recompensas, del cual el cuerpo estriado forma parte.
Cuando se expuso a estos hombres, que ya mostraban daño en el cuerpo estriado, a fotos de mujeres desnudas, esta zona del cerebro mostró menos actividad que la esperada, ya que el sistema de recompensas se agota y ya no reacciona como antes.
Las personas que mostraron cambios cerebrales por ver pornografía de forma compulsiva, tal como estos hombres del estudio alemán, tienen un sistema de recompensas que, deteriorado por los excesivos estímulos artificiales, ya no funciona de forma natural, de forma similar a lo que ocurre con casos de drogadicción.
Es decir, aquello que antes hacía sentir placer, ahora no es suficiente. Ante la falta de estímulos que les hagan sentir bien, estas personas podrían sufrir de falta de motivación y capacidad para tomar decisiones adecuadas.
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La cantidad de pornografía que se consume no sería la responsable, sino que el efecto que este tipo de contenidos para adultos provoca en el cerebro, lo que es diferente según persona, lo que dificulta resultados objetivos.
Las conclusiones del estudio no dan luces a largo plazo, ya que se examinó a los participantes una sola vez y no se usó un grupo de control o seguimiento a largo plazo, pero si son interesantes a la hora de conocer los efectos de la pornografía en el cerebro humano.
Fuente: Batanga