Yuridia Gaxiola Flores quien fue integrante de La Academia rompió el silencio acerca de una situación difícil en su vida y que la ha marcado por siempre. Y como ella misma dijo, la fecha no pudo ser mejor por conmemorarse el Día internacional de la Mujer.
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Yuridia Flores decidió contar la traumática experiencia que vivió cuando apenas era una niña. Y todo lo que tuvo que superar para poder estar bien, como toda una «sobreviviente«.
«Estoy segura que tenía un ángel que me cuidaba»
Así de pequeña era yo cuando me enteré lo que era el acoso sexual (abuso infantil). No encontré mejor día para contarlo que este: el Día internacional de la mujer. Me siento cómoda contando esto porque después de todo soy sobreviviente, puedo decir que pude lograr cosas en mi vida y que al final de todo encontré la paz y la felicidad que los seres humanos, por instinto, buscamos”, comenzó relatando.
La confesión de la interprete fue a través de una publicación que hiso en su cuenta oficial de Instagram @yuritiaflowers con una fotografía de ella cuando estaba atravesando por ese tormentoso momento. Apenas, tenía unos seis o cinco años.
Estaba en casa de mi vecina jugando a las muñecas en su habitación cuando de repente me quedé sola, al minuto entra su hermano que en ese entonces quizás tenía 18, se bajó los pantalones y mientras me miraba a los ojos y se reía se comenzó a tocar de forma explícita. En ese momento recuerdo haber sentido mi corazón a punto de explotar de lo rápido que latía, no sabía qué significaba eso pero entendía que no era bueno, me metí en la cama de abajo en la litera de mi amiga porque él estaba bloqueando la puerta, yo me sentía un animal acorralado, cuando están a punto de matarlo”, contó Yuridia.
Por suerte, la cantante no fue abusada, pero según cuenta el daño mental quedó para siempre, por eso decidió hablarlo.
No soy de creer a lo loco en cosas, pero ese día estoy segura que tenía un ángel que me cuidaba pues el hermano mayor de mi vecina se cansó de hacer lo que estaba haciendo, se subió el pantalón y se fue, no me puso ni una mano encima o quizás no alcanzó a hacerlo. Cuando salí de esa casa me sentí más libre que un pájaro, ¡volé! y aunque el daño ya estaba hecho, por naturaleza pensé que así era la vida, que no tenía que contarle a mi mamá porque la culpa la tenía yo”, agregó la cantante.
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