En un año tan acontecido es aplaudible cómo los artistas regalaron su música para pasar, lo mejor posible, el 2020. Desde Justin Bieber hasta Bad Bunny, millones de fanáticos se conectaron a través de la música para amenizar la estadía en casa, sus trabajos remotos, o su camino a la labor de salud.
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En marzo la función de Blackpink con Lady Gaga fue sorprendente cuando llegó «Sour Candy»; pero en agosto la banda de K-Pop femenino lanzó un featuring con Selena Gomez titulado «Ice Cream», un bop contagioso que se convirtió en un éxito instantáneo en el LP debut del grupo de chicas, The Album, y en un nuevo favorito para el fandom.
En un tono más romántico, Dua Lipa, J Balvin y Bad Bunny cantaron “Un Día” (“One Day”), un tema en el que unieron fuerzas para romper las barreras del idioma en una súplica bilingüe. Por su parte, Bad Bunny lanzó varios álbumes este año. “La pandemia me obligó a ser más productivo aún porque estaba solo en casa sin hacer nada, desesperado… De momentos como que me daban ganas de escribir un tema que tuviera que ver con todo lo que estaba pasando, pero al mismo tiempo… quiero que cuando la gente escuche mi música se olvide de la realidad”, afirmó el boricua durante el lanzamiento de “El último tour del mundo”.
Alejándose de su pasado de chico malo y corriendo hacia el altar como una estrella de la pista, Justin Bieber bautizó una fase espiritual con el edificante «Holy». Con Chance the Rapper de la mano, el tema abordó la salvación religiosa con el mismo entusiasmo inocente y juvenil que originalmente estaba en el corazón del atractivo del cantante. Su interpretación acústica de la canción también fue agradable, y Bieber terminó el año grabando una versión con el coro del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido.
Lady Gaga y Ariana Grande son una combinación tan perfecta en el paraíso pop que casi se siente imposible pensar por qué no habían colaborado. Para «Rain on Me», los dos se pelean por un ritmo house brillante. Si bien la canción fue escrita y grabada antes del año 2020, el video llegó en medio de la pandemia con un mensaje oportuno: «Prefiero estar seco, pero al menos estoy vivo», según la traducción que puede hacerse del coro.
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Otra estrella que se reencontró con su fibra fue Ricky Martin, canalizando su ansiedad a través de su EP “De mucha introspección”. “Estuve dos semanas con el ‘poker face’ para que mi familia no se viera afectada, pero finalmente pude estirar el cuello y decir ‘eh, algo buenísimo tiene que salir de esto, ponte creativo’. Y empecé a hacer música y fue mi medicina, honestamente, porque de verdad que yo sentía que me faltaba el aire”, aseveró la estrella.
Conciertos desde un set hasta los hogares
Así como la creatividad, las plataformas de streaming también fueron los aliados perfectos para reinventar el entretenimiento, tanto para el artista como para el espectador. Desde Zoom hasta Youtube, entre otras opciones, abrieron un acceso que será difícil de cerrar aunque la opción de ver en vivo a sus artistas favoritos nunca será reemplazable.
Artistas como Sebastián Yatra, Ozuna, Maluma, Rosalía, fueron parte de los que se sumaron a transmisiones de galas de premio. Metallica hizo lo propio con una serie de videos de sus presentaciones, así como una versión para Instagram con cada integrante desde casa; RBD fue el más reciente ejemplo de un concierto virtual gracias a su reencuentro “Ser o Parecer”. Fuera en vivo o pre grabado, las opciones estuvieron sobre la mesa.