Da igual el momento y el lugar. A Mariah Carey le encanta presumir de sus curvas siempre, incluso en los sitios menos adecuados.
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Lo ha demostrado en un acto organizado por las Naciones Unidas en Los Ángeles en honor a su presidente Ban Ki-moon, donde acudió vestida de cuero de los pies a cabeza con una chaqueta con cremallera que subió solo hasta la mitad para dejar a la vista su sujetador de encaje y su escote de vértigo.
Imagina la cara de los allí presentes cuando la diva apareció con este vestuario en medio de buena parte de la élite política del mundo. Muchos medios la han criticado, sin embargo, nadie en el evento se sintió ofendido. Es más, se acabó convirtiendo en la gran protagonista. Y ella, encantada, por supuesto.