Sylvester Stallone y Rocky Balboa se convirtieron en la misma persona hace 40 años, y mientras el actor se prepara para soplar mañana 6 de julio de 2016, las velas de su cumpleaños número 70, Filadelfia celebra el aniversario del filme y de su hijo pródigo.
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«Rocky y Filadelfia son lo mismo para mucha gente», dijo Cara Schneider, coordinadora de los programas de Rocky Balboa de Visit Philly, institución que ha puesto en marcha una ruta para descubrir la ciudad a través de los escenarios de la película.
Ya forma parte de la identidad de Filadelfia la historia del inmigrante italoamericano y boxeador sin futuro, que trabaja para un villano de poca monta hasta que le ofrecen la oportunidad de enfrentarse en el cuadrilátero contra el campeón del mundo.
La ciudad estadounidense se enorgullece de coprotagonizar el momento más memorable de la saga, con la carrera de Rocky (en la primera película de la saga, en 1976) desde los bajos fondos del sur de la ciudad hasta lo alto de las escaleras del Museo de Arte de Filadelfia.
El ascenso a la colina, con la vista más completa de la ciudad, deja sin aliento a grupos de turistas, cinéfilos en su peregrinaje y equipos de deportistas que se entrenan a base de subir y bajar las famosas escaleras.
«Para mucha gente es cruzar la meta, llegar a la cima. Le dan mucho significado (…). Se trata de correr escaleras arriba como si nadie te estuviera mirando», reflexionó Schneider.
«A través de las películas hemos visto la evolución de la ciudad. A medida que el personaje crece, la ciudad evoluciona también. Hemos hecho este viaje juntos durante 40 años», analizó la experta en Rocky.