Viktor Krasnov jamás imaginó que negar la existencia de dios le llevaría a juicio.
PUBLICIDAD
Este hombre de 38 años, residente de la ciudad rusa de Stavropol, entró en el 2014 en un debate de la red social VKontakte (una especie de Facebook ruso) en la que negó la existencia de dios.
Todo empezó como una discusión absurda sobre quién es el miembro más importante de una familia, si el hombre o la mujer, y un usuario intervino comentando lo que, a su parecer, decía la Biblia acerca de ese tema.
Viktor contestó al usuario que no le importaba lo que dijera «ese libro de cuentos judíos sobre el asunto» y que «dios no existe».
El otro usuario, Aleksander K., se sintió ofendido y la diatriba se prolongó varios mensajes más en los que Viktor también insultó a los que defendían la visión teológica de la vida.
En un punto de la conversación, Viktor escribió: «¡A quién no le guste, que me denuncie!». Y eso fue, precisamente, lo que hizo el usuario contrincante.
En unos días, Viktor se encontró a dos policías armados del comité de extremismo en su puerta. Los policías lo arrestaron y le obligaron a pasar un examen lingüístico y psicológico.
PUBLICIDAD
Los expertos que analizaron las frases fuera de contexto que había ido dejando durante sus intervenciones en el citado foro llegaron a la conclusión de que sus expresiones llevaban una connotación ofensiva e insultaban los sentimientos religiosos de los creyentes.
Como resultado, se inició un proceso penal apoyado en la controvertida ley aprobada en 2013 que condenó a prisión a las integrantes de Pussy Riot por haber interpretado un tema punk en la catedral más importante de Moscú.
Mientras tanto, Viktor pasó 30 días en una institución de psiquiatría forense con la intención de someter a prueba su salud mental.
Los médicos concluyeron que el acusado está totalmente cuerdo.
Ahora, medio año después, Viktor se ha enfrentado en un juicio a la persona con la que tuvo su discusión y que le denunció a las autoridades porque asegura que «se sintió ofendido».
Según la ley del 2013, Viktor se enfrenta a una multa de hasta 300.000 rublos (3.700 euros), 240 horas de trabajo obligatorio, un año de trabajos forzados o hasta una año de prisión.
Según el abogado defensor del acusado, Viktor no ha cometido ningún crimen. Simplemente es un ateísta. Fuente: playgroundma.com