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La dramática confesión de Darlene Bernaola, ex conejita de Playboy

Darlene Bernaola enfrentó una cámara en su casa de los Estados Unidos y comenzó una catarsis de 11 minutos que luego posteó en su perfil de Facebook. Allí relató cómo fue abusada por una ex pareja de su madre que, hace poco tiempo, volvió a contactarla.

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Ella y su hermana Carol nacieron en Los Ángeles el 27 de agosto de 1976, pero pronto viajaron a Perú, donde fueron criadas antes de regresar, ya adolescentes, a Miami.

Ambas se hicieron famosas por su éxito como Millenium playmates (playmates del milenio) en 2000. Fueron la tercera pareja de gemelas en posar para la portada de la clásica revista.

Aunque sus abogados le aconsejaron no publicar la conversación, Darlene relató cómo fue y qué efecto íntimo le produjo: «No sé si es lo correcto para todos (los que han pasado por abusos) pero sé que a mi sí me liberó».

Según la modelo, el momento clave del diálogo fue cuando ella le recordó un incidente familiar, en el que ella había «arañado» todas las fotos de la casa de su abusador. Él dijo recordar el incidente, pero no tenía presente por qué para Darlene es un momento grabado a fuego.

Arañé esas fotos porque la noche anterior, cuando estábamos sentados en la sala viendo televisión (…) tu me dijiste: ‘¿Sabes cuál es la diferencia entre un hombre y una mujer?’ Me sorprendió tu pregunta y dije ‘No’. Ahí fue cuando te empezaste a bajarte los pantalones, y ahí fue la primera vez que abusaste de mi».

Visiblemente emocionada, Darlene confesó luego que los abusos continuaron hasta los 13 años. Su padrastro no aceptó haber cometido el delito durante la conversación, pero Darlene asegura que a partir de ese momento «su voz cambió automáticamente».

La ex playmate también dijo que decidió publicar su confesión «por mis hermanas del alma», como ella llama a quienes han pasado por el mismo tipo de maltrato. Por consejo de su abogado, no presentará cargos: «Es increíble cómo las personas que han sido víctimas de abuso no tienen derechos, pero ellos sí tienen derecho a mantener su privacidad y mantener a todo el mundo callado», se lamentó.

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