Invertir en educación universitaria es una sabia decisión, una determinación que tiene un rendimiento espectacular. La persona educada desarrolla su máximo potencial intelectual, construye un futuro mejor y contribuye a crear una sociedad más innovadora, productiva y justa.
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En lo que se refiere a los ejecutivos y las empresas del siglo XXI demanda formación en: Ética y sostenibilidad empresarial: una empresa que quiera ser competitiva necesita incorporar sostenibilidad en sus prácticas independientemente de su tamaño.
Competitividad, emprendimiento e innovación: Esta área fomenta el crecimiento, pensamiento exponencial y nuevas metodologías de innovación disruptiva. Con estos elementos se logran crear empresas y formar personas más competitivas y del siglo XXI.
Management y liderazgo: Se trata habilidades, transmisión de las mejores prácticas en el mundo empresarial para lograr una administración y crecimiento eficiente fortaleciendo habilidades como la educación , una adecuada gestión del talento humano, de la cadena de suministros y la capacidad de liderar equipos.
Transformación digital: la necesidad de generar empresas competitivas, flexibles, cambiantes, innovadoras y emprendedoras.
Y, finalmente, management social: abarca el desarrollo de personas, el pensamiento crítico, las competencias personales, el liderazgo.
Habilidades de los administradores
La revolución de la comunicación digital y la modernización en los procesos laborales han colocado a las empresas en una situación crítica de renovación o desaparición. Por lo tanto, los administradores de empresas se ven obligados a renovar su forma de trabajar, orientando a sus compañías a la construcción de una nueva cultura organizacional.