Treinta bebés han muerto en este hospital público indio en las últimas 48 horas. Los pequeños ingresaron en la UCI pediátrica del centro que carece de los medios necesarios para hacer frente a esas urgencias: sin apenas personal médico, ni medicinas.
Estos fallecimientos se suman a la tragedia de hace dos meses, cuando salió a la luz la muerte de un centenar de recién nacidos y bebés en el mismo hospital. El centro está endeudado y allí crece la indignación; nadie se explica por qué sigue operativo.