Afectados por la paralización futbolístico desde el pasado 15 de marzo, los clubes ecuatorianos han comenzado a negociar con sus jugadores una reducción salarial con la cual afrontar la falta de ingresos, la mayoría bajo el más estricto hermetismo.
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Altas fuentes del sector dijeron a Efe que algunos clubes han llegado a pedir hasta el 50% de la paga mensual para poder hacer frente a la crítica situación financiera, porque «no hay taquilla, no hay publicidad y no movilidad de jugadores».
«De las cuatro patas (de ingreso), hasta marzo solo nos quedaban los derechos de transmisión, y veremos qué pasa en abril con eso», dijo una de ellas.
La luz verde a las negociaciones la dio la LigaPro al instar a cada equipo a llevar adelante contactos con sus jugadores, y los gerentes de clubes han celebrado reuniones conjuntas para valorar el proceso.
«Cada club lo hace con sus jugadores, la aspiración es que sea un acuerdo global con el equipo para que el que gana más reduzca más», agregaron las fuentes consultadas.
«Casi todos los equipos estamos negociando», aunque «lo hacemos de forma muy discreta».
Según medios locales, Liga de Quito es el club con mayor presupuesto para este 2020, con 20 millones de dólares. Lo siguen Emelec, con millones; Barcelona, con 10,5 millones, e Independiente del Valle, con 7 millones.
En su conjunto, la nómina de la Serie A para este año ascendía antes de la crisis a 61,7 millones en salarios y premios a los jugadores y cuerpo técnico, en tanto que el presupuesto global de los 16 equipos, a 92,8 millones, según el diario El Comercio.
RECORTES EN ORENSE Y MUSHUC RUNA
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Por el momento, solo dos clubes de la Seria A ecuatoriana (primera división) han comunicado un acuerdo con su plantilla: Orense, de Machala, y Mushuc Runa, de Ambato.
«De marzo les pagamos el 75 % del sueldo, prácticamente hemos llegado a un acuerdo para que en los meses que no se juegue se les pague el 50 % de sus salarios. Entienden la situación del club», confirmó a Efe Darwin Palacios, directivo del Orense.
Por su parte, Luis Chango, presidente vitalicio de Mushuc Runa, confirmó que han llegado a un «arreglo» con los jugadores y cuerpo técnico pues «el impacto para Mushuc Runa es del 20 por ciento».
«Los jugadores aceptaron una rebaja del 10 por ciento y el club asumió el otro 10 por ciento, por lo que no hay ningún problema».
Chango aseveró que su equipo soporta un desfase financiero de unos 600.000 dólares, pero con la reducción de sueldos y la optimización de recursos se manejará el déficit porque su club no arrastra deudas de temporadas pasadas como ocurre con otros equipos locales.
Entretanto, Miller Salazar, presidente de Macará, también de Ambato, sostuvo que «hasta el 15 de marzo se pagó el sueldo completo» y «continúan las negociaciones hasta llegar a un acuerdo, que sea favorable tanto para el club como para los jugadores, pero pensando siempre en la salud económica del club».
EL HERMETISMO DE LOS ‘GRANDES’
Mucho más hermetismo hay entre los directivos de grandes clubes como los guayaquileños Emelec y Barcelona, o incluso Liga de Quito, donde los salarios son mucho más altos y sensibles por la categoría de sus jugadores.
Allí, ni jugadores ni directivos dan información, pero las negociaciones están en curso pese a que el gremio defendió el pasado 1 de abril el derecho de los jugadores a cobrar todo sus sueldo por su condición de empleados.
«Estamos sumamente ocupados, con reuniones permanentes con los capitanes de los equipos y demás afiliados», indicó a Efe el presidente de la Asociación de Futbolista Ecuatorianos (AFE), Iván Hurtado.
Los recortes en el fútbol ecuatoriano comenzaron a finales de marzo por la Federación nacional, cuando el cuerpo técnico de Antonio Cordón y Jordi Cruyff aceptaron una reducción salarial «sustancial», que después se supo ascendía a casi el 70%.
A nivel de jugadores, el impacto de la crisis castiga más a los que viene de formativas y ganan menos, aunque también a aquellos cuyos salarios vienen determinados en mayor medida por logros personales y colectivos.
TEMOR A LA QUIEBRA
En círculos futbolísticos ecuatorianos se teme que la actual crisis pueda conducir a la quiebra a algún que otro equipo, sobre todo a los que arrastren deudas de años atrás y su colchón no sea de los más sólidos, declaró Chango.
«Es una situación muy complicada que puede llevar a la quiebra», confirmó otro alto directivo de la Serie A.
Frente a la incertidumbre financiera, el presidente de la Liga Pro, Miguel Ángel Loor, consideró que durante el año 2020 la disputa del fútbol retornará, pero sin la presencia de aficionados y con grandes medidas de seguridad para evitar contagios.
Otras variantes que han sido barajadas, y con improbable salida, son la suspensión del campeonato de este año o su reparto en dos: Sierra y Costa, aunque por el momento no hay ninguna decisión. EFE