Santiago de Chile culminó el primer mes del año con una increíble fiesta automovilística bajo un calor inclemente.
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El Parque O’ Higgins y su espectacular pista acogieron la tercera carrera de Fórmula E en la temporada 2018-2019.
Los 25 mil espectadores que llegaron al O’ Higgins vivieron una de las carreras más difíciles del torneo ABB FIA Fórmula E.
Los expertos dejaron claro que, a pesar de observar una carrera ‘accidentada’, pero emocionante, la adrenalina de la Fórmula E sigue augurando un espectacular futuro en el mundo de la movilidad eléctrica.
El piloto inglés Sam Bird, segundo con mayor fama en Gran Bretaña luego de Lewis Hamilton, fue el ganador en esta jornada chilena en la fórmula E que se vivió a más de 37 grados centígrados en el ambiente y 50 grados en la pista.
Las temperaturas récord en este tipo de eventos de velocidad y autos eléctricos han sido estas. A pesar de ello, el público no se perdió un minuto de acción.
Sam Bird (Virgin Racing), quien partió sexto desde el arranque, fue el que mejor resistió las condiciones de una carrera con errores conductivos y pocos adelantamientos.
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Al final celebró en los pits y en el podio ante la algarabía de unos 25.000 fanáticos de la velocidad.
La carrera fue tan difícil que ocho de los 22 autos abandonaron en un circuito de 2.4 kilómetros.
Los espectadores fueron testigos de topes entre los autos, golpes contra los muros y hasta trompos.
Al final, Sam Bird se mostró satisfecho al lograr su octava carrera en 48 pruebas de Fórmula E durante su quinta temporada. Hasta ahora, Bird ha subido a 17 podios.
El ganador promedió 107.8 kilómetros por hora en velocidad durante las 36 vueltas del circuito chileno.
Lo más duro de la prueba fue el calor. Antes del arranque se observaba a pilotos y aficionados sudando la ‘gota gorda’.
El calor era tan intenso que el campeón de la categoría Jean-Eric Vergne (DS Techeetah) se zambulló en una tina de hielos antes de iniciar la carrera.
Emocionante y accidentada.
La jornada comenzó movida con un accidente de Sébastien Buemi (Nissan) en el primer entrenamiento matutino.
En la clasificación castigaron a Lucas di Grassi (Audi) quien había logrado la ‘pole position’ por mal uso de sus frenos. Furioso, el brasileño tuvo que empezar desde el último lugar.
Los expertos señalan que la carrera no ofreció las mismas emociones que en el parque Forestal en 2018, al observar que no culminaron Jean-Eric Vergne (DS Techeetah), Sébastien Buemi y Felipe Massa, lejos el piloto más popular para el público chileno.
En la lucha por la punta, Sam Bird hizo una maniobra para superar a Pascal Wehrlein por el segundo lugar lo que fue clave para su victoria.
Con nueve fabricantes oficiales en la parrilla, la victoria fue para una de las dos escuderías privadas.
En tres fechas disputadas, van tres ganadores de tres marcas distintas y diez de los 11 equipos han sumado al menos un punto.
Al final visiblemente emocionado, Bird dijo: “Debo aprender de mis errores porque cometí muchos, pero seguiremos empujando fuerte».
«Manejamos bien la temperatura, la energía y las baterías”. El británico, con este gran triunfo, quedó segundo en el torneo a un punto de Jerome D’ Ambrosio.
Después de Chile, la Fórmula E se correrá en México, en el autódromo ‘Hermanos Rodríguez’ de la capital azteca.
Los organizadores chilenos se esfuerzan para que en la próxima carrera, que será en 2020 en el país sudamericano, se pueda ampliar la capacidad del recinto Parque O’ Higgins y tener 40 mil espectadores viviendo las emociones de la Fórmula E.
Antes de que todo inicie y al final de la carrera, la sonrisa de Alejandro Agag es la misma. Él es el fundador y jefe máximo de la categoría.
El español confirma sus intenciones de que la carrera en el Parque O’ Higgins se establezca de forma permanente en el calendario de la categoría de autos eléctricos.
“Está firmado el regreso de la carrera a Santiago en 2020, pero espero que sea por muchos años más”, dijo Agag en una ciudad que cada vez se enamora más de la Fórmula E.