«Vamos a sorprender a mucha gente», dijo Luiz Antonio, autor del gol decisivo en el debut del Chapecoense en la Copa Libertadores, resumiendo el entusiasmo que invade a los sucesores del plantel que la tragedia arrebató.
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Los futbolistas del equipo brasileño amanecieron el miércoles -exactamente 100 días después de la catástrofe aérea que sufrió el club en noviembre pasado- con la satisfacción de haber vencido 2-1 al Zulia FC en Maracaibo (noroeste de Venezuela) y haberlo hecho, además, jugando a excelente nivel.
El martes en la noche, tras el partido, Luiz Antonio, mediocampista de 25 años, dejaba claro ante la prensa el sentimiento reinante entre los hombres dirigidos por Vagner Mancini.
«Sueño con ayudar a Chapecoense a llegar lejos (en la Libertadores) y poco a poco iremos consiguiéndolo. Vamos a sorprender a mucha gente», prometió el exfutbolista de Flamengo, Sport Recife y Bahia, uno de los 22 fichajes realizados para reconstruir el equipo.
El accidente del 28 de noviembre, cuando se estrelló el avión que trasladaba al ‘Chape’ a Medellín para enfrentar al colombiano Atlético Nacional en la final de la Copa Sudamericana, dejó 71 muertos, entre ellos 19 jugadores y el técnico Caio Junior.
De los futbolistas que ocupaban la aeronave solo sobrevivieron tres: el portero Jakson Follmann, a quien le fue amputada la pierna derecha por debajo de la rodilla, el central Neto y el lateral Alan Ruschel.
Atlético Nacional cedió el trofeo en solidaridad con los fallecidos.
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«La presión era grande»
Los focos del mundo del fútbol estaban concentrados en el regreso de Chapecoense a la escena internacional, y los herederos de los campeones de la Copa Sudamericana-2016 sentían sobre sus hombros las miradas de millones de aficionados.
«La presión era grande, pero conseguimos una victoria importante», celebró Luiz Antonio.
Para Vagner Mancini, el triunfo en la visita a Venezuela marca el camino a seguir. «No es solo la victoria, que nos da tres puntos, sino cómo ganamos. Ganamos jugando bien», expresó el timonel.
El lateral izquierdo Reinaldo marcó de tiro libre el primer gol de Chapecoense en una Copa Libertadores, un hito en la historia del club fundado en 1973 en Chapecó, ciudad de 200.000 habitantes en la región de Santa Catarina (sur de Brasil).
Luiz Antonio amplió la brecha con un disparo a distancia que terminaría siendo definitivo, porque Zulia reaccionó en la recta final y descontó a través de Juan Arango, su jugador icónico.
«Nos trataron muy bien, con respeto y solidaridad» desde la llegada a Maracaibo en la madrugada del lunes, pero «cuando salimos al campo fue complicado», contó el centrocampista de los verdes.
Esa, probablemente, será la tónica de los próximos choques en el torneo continental.
Los siguientes rivales del conjunto catarinense en el Grupo 7 serán el argentino Lanús, el 16 de marzo, y el uruguayo Nacional, el 18 de abril. Afrontará ambos partidos en su estadio de la Arena Condá.
Chapecoense había retornado a las canchas el 21 de enero en un amistoso contra Palmeiras, en casa, preparándose para asumir el reto de la Copa Libertadores.
«Agradezco la oportunidad de estar en Chapecoense y jugar nuevamente la Copa Libertadores», manifestó Luiz Antonio, quien ya había disputado la mayor competición de clubes de Sudamérica en 2012 con Flamengo. No se le da mal, pues en aquella edición firmó tres tantos en ocho presentaciones.
Feliz, el pivote destaca que el equipo va ajustando su funcionamiento con apenas dos meses de prácticas.
Chapecoense dio una muestra de ello ante Zulia frente a 36.000 espectadores en el estadio Pachencho Romero, que le tributaron un aplauso unánime cuando llegó el final del cotejo.
Fuente: AFP
