Los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro ya llegaron a su fin y mientras algunos atletas son recibidos como héroes al regresar a sus hogares, otros no la pasan nada bien.
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Ese es el caso de la delegación de 31 deportistas que representó a Zimbabue, ya que el presidente del país, Robert Mugabe, de 92 años, ordenó al jefe de la policía local que los atletas fueran arrestados en cuanto llegasen al aeropuerto.
«Hemos desperdiciado el dinero del país en estas ratas que llamamos atletas», dijo Mugabe, quien es el presidente de Zimbabue desde diciembre de 1987.
«Si no estás listo para sacrificarte y al menos ganar medallas de cobre o de lata (en referencia a la cuarta y quinta posición) como hicieron nuestros vecinos de Botsuana, entonces por qué malgastar nuestro dinero».
«Si necesitábamos simplemente gente que vaya a Brasil a cantar nuestro himno nacional y mostrar nuestra bandera, hubiéramos enviado a algunas de las hermosas muchachas y apuestos muchachos de la Univerdad de Zimbabue para que nos representen».
«El dinero invertido en el equipo que representó al país podría haber sido utilizado para instalaciones y construir escuelas».
«Esto es como si un hombre impotente estuviera casado con cinco mujeres. ¿Qué sentido tiene? Me aseguraré que todos ellos le devuelvan al gobierno el dinero invertido aunque lleve diez años. Ahora resulta que les dimos un préstamo blando para ir a Brasil como turistas. Son inútiles», finalizó Mugabe.