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Un problema más para Lionel Messi fuera del terreno de juego.
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Por si no fuera poco la sentencia de 21 meses que recibió junto a su padre por fraude fiscal, de la que se salvó de ir a prisión por tratarse de un delito menor a dos años, ahora un restaurante que acaba de inaugurar en Barcelona ya suma quejas entre los vecinos.
La “Pulga”, en alianza con sus hermanos, abrió el establecimiento en la Ciudad Condal el pasado 22 de julio, pero ya recibió una gran cantidad de críticas y la Federación de Asociacones de Vecinos de Barcelona (FAVB) rechazó su instalación.
Los vecinos del Distrito del Eixample, donde se encuentra el Bellavista del Jardín del Norte, el espacio abierto por “Leo” y sus hermanos, reúnen firmas para que el inmueble cierre sus operaciones.
La principal queja de los vecinos es que el lugar de los Messi romperá con la armonía que se tiene en la zona.
“Quebrará el silencio que se mantiene en el entorno, pues actuará como una caja de resonancia, como ya sucede con las terrazas de hoteles próximos en otras zonas del Eixample”, se lee en un comunicado de la FAVB.
De acuerdo al escrito hecho por la asociación vecinal, la licencia que otorgó el ayuntamiento al restaurante se limita al espacio interior del edificio y no incluye la zona del exterior de la isla.
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El consejo del distrito del Eixample dio licencia a Messi y sus familiares para tener un negocio como bar-restaurante, con actividad que se complementará con música de fondo ambiental y otras actuaciones en vivo.
El restaurante tiene una superficie de 905 metros cuadrados, con una capacidad para 300 personas; el problema radica en la terraza de la calle para otros 50 comensales, que afectaría la “armonía del vecindario”, se quejan desde la FAVB.
El lugar, que tuvo un precio de 2.5 millones de euros, tiene la intención de brindar un homenaje a Rosario, el lugar natal de Lionel Messi.
