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Portugal venció a Francia en el tiempo extra y se coronaron campeones de la Eurocopa. Un derechazo de Eder en el alargue le permitió a los lusos vencer por 1 a 0 a los locales y silenciaron todo el Stade de France con su primera corona en el Viejo Continente.
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Una corona que se empezó a construir el 14 de junio, cuando empataron a un tanto con Islandia. Una igualdad con sabor a derrota con una selección que debutaba en el torneo y que en ese entonces nadie esperaba que fueran la sorpresa.
Luego, los lusos enfrentaron a Austria y nuevamente sembraron más dudas que certezas. El empate sin goles dejaba al equipo de Fernando Santos muy mal aspectado para clasificar a la siguiente ronda y las críticaasa hacia Cristiano Ronaldo crecían y crecían. El astro de Real Madrid no aparecía en Francia y poco había hecho para ayudar a su selección, fallando, incluso, un penal ante los austríacos que les podría haber dado la victoria.
Así, Portugal llegaba al último partido ante Hungría con la necesidad de sumar puntos si querían avanzar de ronda. Fue ahí, cuando su selección más lo necesitaba, que apareció Cristiano Ronaldo para anotar dos tantos y despacharse una asistencia en el empate a tres tantos ante los húngaros, que los clasificó como uno de los cuatro mejores terceros.
Los lusos se veían beneficiados por el nuevo sistema de torneo, que por primera vez tenía 24 equipos, y lograban clasificar a los octavos de final, donde se enfrentaban a una Croacia que venía de ganar su zona. Luego de empatar sin goles en el tiempo regular, todo se tuvo que definir en el alargue y ahí apareció Ricardo Quaresma para darles un agónico triunfo.
El próximo escollo era la Polonia comandada por Robert Lewandowski, quien quería ganarle el duelo de goleadores a Cristiano Ronaldo. Pese a que ninguno de los dos había tenido un torneo descollante y el polaco aún no había convertido su primer gol en la Eurocopa, esperaba vencer al astro del Real Madrid. El delantero del Bayern Munich apareció rápidamente y anotó la apertura del marcador en sólo dos minutos. En contraparte, CR7 aún no mostraba nada en los cuartos de final. Pero Renato Sanches llegó en su rescate y anotó la igualdad que obligó a llevar todo al alargue. Ahí tampoco se hicieron daño y el partido se definió a penales, donde ninguno de los lusos falló y se impusieron por 5 a 3.
En semifinales, la labor parecía más difícil y ahí tenían en frente a una sorprendente Gales, que llegaba a semifinales en su debut en el torneo y contaban con un inspirado Gareth Bale. Los galeses parecían inferiores por historia, pero el juego que estaban mostrando les daba la confianza necesaria para batir a Cristiano Ronaldo y compañía.
Pero lo que no tenían en consideración los galeses era enfrentarse a un CR7 en estado de gracia, quien se echó el equipo al hombro y se despachó un gol y una asistencia para Nani en la victoria por 2 a 0. Una victoria que los dejaba a un paso del título.
Ahora, en el último escollo para que Cristiano Ronaldo se coronara como uno de los mejores del mundo, el rival era el local Francia. El público, la historia y el nivel de juego, le jugaban en contra a Portugal, que no vencían a los galos hace 41 años, cuando les ganaron un amistoso en 1975. Y por si fuera poco, su máxima figura se iba lesionada en 25 minutos por una dura entrada de Dimitri Payet. Con todo en contra, los lusos parecieron tomar más fuerza y vencieron por 1 a 0 en el tiempo de alargue.
Un camino al título que estuvo marcado por la solidez técnica más que por el buen juego, por los escasos cuatro goles que recibieron, demostrando su buen trabajo defensivo, y los nueve que marcaron. Un camino donde no se encontraron con grandes selecciones y les tocó caminar por el lado fácil del cuadro, siendo un título que tuvo más dudas que certezas y donde se vieron beneficiados por el nuevo sistema de torneo para avanzar a octavos de final. Un camino donde sólo consiguieron ganar una vez, ante Gales, en los 90 minutos.
