Boca Juniors comenzará a transitar hoy- 5 de julio-, con su viaje a Ecuador, el camino que espera lo conduzca a otra final de la Copa Libertadores .
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Según el diario argentino La Nación, el cuerpo técnico sabe que los 2800 metros de la altura de Quito tienen un efecto menor sobre el físico de los futbolistas que los 3600 de La Paz.
Sin embargo, la estrategia para visitar a Independiente del Valle será la misma que cuando enfrentaron a Bolívar en la etapa de grupos: permanecer en el llano y subir poco antes del partido.
Así, el equipo dirigido por Guillermo y Gustavo Barros Schelotto partirá en las primeras horas de la tarde con destino a Guayaquil, donde instalará su búnker; recién tres horas antes de que la pelota empiece a rodar en el estadio Atahualpa, volará los poco más de 400 kilómetros para llegar a la capital ecuatoriana.
De esta manera, evitará tanto la necesidad de adaptación como los efectos fisiológicos sobre los organismos habituados a la altura del mar. Apenas finalizado el partido, la delegación xeneize emprenderá el regreso en un vuelo chárter, como en cada uno de los tramos anteriores del periplo Libertadores.
La semifinal contra Independiente del Valle será la quinta presentación de Boca Juniors en Quito en un torneo internacional.
Por la Copa Libertadores, en 1965, derrotó a Deportivo Quito 2-1, con tantos de Antonio Rattín, mientras que en 2000 y 2002 empató sin goles con El Nacional; en tanto, por la Copa Sudamericana igualó 1-1 frente a Liga Deportiva Universitaria, en 2008.
Invicto en sus visitas a la capital ecuatoriana y también en la presente aventura de la Copa Libertadores, pasado mañana, irá por otro resultado que lo deje posicionado para definir la serie la semana próxima, ya en la Bombonera.