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Croacia: una hinchada en contra de su propio equipo

Esto es lo que hay tras una afición que desea a sus jugadores que pierdan todos los partidos

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Desde el fondo de los aficionados croatas, caen bengalas y petardos al césped mientras su selección juega contra República Checa en la Eurocopa. Un operario de la UEFA se dispone a recoger uno de ellos cuando este explota.

El susto es notable. Aunque los medios se apresuran a juzgarlo y condenarlo, esta vez no hablamos de una pelea ultra, sino de una protesta con causas muy concretas.

Los aficionados que lanzaron esos objetos al campo buscaban una fuerte multa para la Federación Croata de Fútbol. Incluso, la expulsión de su propia selección de la Euro. Son la vanguardia de un estado de ánimo que en la propia Croacia, especialmente en la región de Dalmacia, se ve en las calles:

Pero, ¿qué está pasando en Croacia para que se produzca un fenómeno muy pocas veces visto en el fútbol, el de parte de una afición contra su propio equipo?  Corrupción, sobornos y evasión fiscal.

La respuesta está en el dúo formado por Davor Šuker y Zdravko Mamić, presidente y vice de la federación. El segundo está envuelto en varios casos de corrupción y fue incluso detenido hace 7 meses. Se le acusó de malversación de fondos, sobornos y evasión fiscal mientras era presidente del Dinamo de Zagreb, club del que es actualmente consejero.

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Parte del dinero desaparecido por Mamić corresponde a ventas como las de los hoy madridistas Luka Modrić del Dinamo al Tottenham inglés en 2008 o Mateo Kovacić al Inter en 2013. Mamić mantiene estrechos vínculos con el partido en el poder, el HNZ conservador y nacionalista.

Sus ataques contra periodistas e incluso el ministro de Deportes son habituales. Siendo presidente, varios miembros de Bad Blue Boys (BBB), el grupo ultra más importante del Dinamo, protestó contra su gestión. Incluso llegaron a interrumpir alguna rueda de prensa.

Muchos aficionados radicales se sienten alienados, no perciben como suya a la selección croata, sino como a un puñado de jugadores que sirven a intereses extrafutbolísticos de la federación. Cada gol de Croacia es para ellos un tanto que se anotan   Mamić y Šuker , que por su parte es considerado poco menos que un títere del primero a la cabeza de la federación.

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