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Fue uno de los modelos en el lanzamiento de la camiseta de Estados Unidos y una de las caras para promocionar a la Copa América Centenario. Sin embargo, Jordan Morris se quedó finalmente sin lugar entre los 23 citados por Jürgen Klinsmann.
El técnico alemán decidió dejar de lado a la nueva cara del fútbol estadounidense para darle lugar al probado goleador Chris Wondolowski, que a los 33 años goza de mejor actualidad con los San Jose Earthquakes, en la Major League Soccer (MLS).
La noticia sorprendió a todos, menos al propio Morris, que recibió una llamada de Klinsmann una semana antes de que la lista final se hiciera pública. Morris pensó que sería una llamada más de las tantas que cruzan desde que Klinsmann lo descubrió en un entrenamiento en que la Universidad de Stanford hacía de sparring a la selección estadounidense.
Tres años después que lo descubrieran, Morris decidió postergar su graduación universitaria para convertirse en el futbolista profesional más codiciado en Estados Unidos y uno de los elementos del futuro en la selección de Klinsmann.
Morris saltó a la fama en abril de 2015, cuando le marcó a México en un amistoso ante 64.000 espectadores en San Antonio, días después de completar los entrenamientos con sus compañeros de clases en Stanford. Fue el primer jugador universitario citado al equipo nacional en más de 15 años y se destacó como la figura en el 2-0 sobre el histórico rival de CONCACAF.
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Desde entonces, el delantero que cursaba la carrera de Ciencia, Tecnología y Sociedad en la prestigiosa universidad del norte de California fue señalado como el futuro del fútbol en Estados Unidos.
Tras completar su tercer año universitario entre libros y goles, Morris dejó en suspenso su graduación para probar en el fútbol profesional.
Andreas Herzog, asistente de Klinsmann y ex jugador de Werder Bremen, le consiguió una prueba en el histórico club alemán. Morris viajó para los entrenamientos de enero y llenó los ojos de los técnicos. La oferta estuvo en la mesa, pero Morris la dejó pasar para unas semanas más tarde firmar con los Seattle Sounders de la MLS.
Tiene el mejor contrato en la historia de la liga para un jugador joven, pero el dinero no fue el factor principal en la decisión de Morris. Werder Bremen podría haber ofrecido más, pero Morris quería volver a casa, al club donde se había formado durante sus años en la academia.
«No hay un camino que todos deben seguir. Yo entendí que este era el que debía seguir», comentó Morris sobre su decisión el día que fue presentado con la camiseta número 13 de los Sounders, el club al que considera su «familia». Literalmente, ya que su padre, Michael, es parte del cuerpo médico del equipo.
Así dejó atrás la oportunidad de convertirse en profesional en el desafiante fútbol europeo, algo que Klinsmann -escéptico del nivel de desarrollo de la MLS- prefería para su joven apuesta.
El primer mes de competencia fue difícil para un delantero que vive del gol y que no conseguía marcar. Con los reflectores posados sobre él, consiguió destapar la mala racha y marcó cuatro goles en cuatro partidos. Ese despegue no fue suficiente para terminar de convencer a su mentor.
«Por supuesto que es decepcionante», aceptó Morris en declaraciones al «Seattle Times». «Personalmentequería ser parte del equipo de Copa América, pero no pasó«, lamentó el delantero.
Klinsmann optó por incluir a Wondolowski, atacante con experiencia mundialista y características muy diferentes a las de Morris. «Hay momentos en que todo es 50-50. Y llegamos a estar entre Wondo o Jordan y decidimos que en este momento es mejor ir con Wondo. Está en excelente forma, ha marcado muchos goles con los Earthquakes y cuando incluyes a un jugador, tienes que dejar afuera a otros», explicó el técnico alemán.