El dominio del actual líder del Mundial de Fórmula Uno, el alemán Nico Rosberg (Mercedes), ganador de todo esta temporada y con seis victorias consecutivas incluidas las del curso pasado, se pone a prueba en el Gran Premio de Rusia, donde solo ha ganado su compañero y rival británico Lewis Hamilton.
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Rosberg no solo se encuentra ante la oportunidad de seguir consolidando su arranque triunfal y de estrenarse en Sochi como ganador, sino también ante el reto de lograr su séptima victoria consecutiva e igualar los registros históricos del alemán Michael Schumacher en 2004 y el italiano Alberto Ascari en 1953. Por encima de ellos, solo el tetracampeón alemán Sebastian Vettel (Ferrari) en su época dorada en Red Bull, donde sumó todos sus títulos mundiales y encadenó nueve victorias en 2013.
El circuito de Sochi , con 5,848 kilómetros de longitud y 18 curvas, dictará sentencia tras 53 vueltas sobre si Rosberg mantiene la superioridad apabullante que ha mostrado en este arranque de temporada -tres victorias en tres carreras- o si su compañero Hamilton hace bueno su historial en la pista rusa.
El tricampeón mundial británico tiene buenos recuerdos y dos victorias en las dos únicas ediciones de este Gran Premio, bien saliendo desde la primera plaza de la parrilla de salida (2014) o arrebatándosela a su compañero Rosberg, como ocurrió el año pasado por una avería del alemán, lo que permitió a Lewis dejar casi sentenciado el campeonato.
Con estos precedentes, el actual líder del Mundial e hijo del campeón en 1982 Keke Rosberg, se mantiene precavido y avisa que solo tiene «un poco de ventaja», que en estos momentos se sitúa en 39 puntos. «Tan solo tres malas carreras por nuestra parte y solo restaría un fin de semana para que desaparezca la ventaja», declaró durante la semana.
«Pueden pasar muchas cosas en los próximos dieciocho fines de semana», advirtió su compañero y rival Hamilton, que mantiene la «calma» y amenaza de que en Sochi se encuentra «muy bien».
Por detrás del duelo entre los Mercedes, se adivina una batalla interesantísima, con muchos pilotos con opciones de subirse al podio e incluso poner en cuestión a las flechas plateadas. Entre ellos el alemán Sebastian Vettel (Ferrari) y el ruso Daniil Kvyat (Red Bull), segundo y tercero en China; el australiano Daniel Ricciardo (Red Bull), que acumula tres cuatros puestos; o el finlandés Kimi Raikkonen (Ferrari) que fue segundo en Baréin.
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Un poco más atrás, aunque aspirando a entrar en la zona de puntos por primera vez en lo que llevamos de temporada, estará el bicampeón del mundo español Fernando Alonso (McLaren), que fue duodécimo en China, en el que fue su regreso a la competición tras el violento accidente que sufrió en el estreno del Mundial, en Australia, afortunadamente sin consecuencias graves.
El asturiano se mostró esperanzado durante la semana. «El trazado ofrece la posibilidad de luchar cuerpo a cuerpo y espero que podamos meternos en la pelea de nuevo este año», declaró, aunque reconoció que su MP4-31 tendrá dificultades en las rectas largas, pero podrá aprovechar las curvas lentas que también ofrece este circuito.
Quien buscará resarcirse de un terrible recuerdo en Sochi es su compatriota Carlos Sainz (Toro Rosso), que vivió en este trazado el peor accidente de su carrera profesional, durante la tercera ronda de entrenamientos libres de la edición del Gran Premio de Rusia del año pasado, cuando golpeó su monoplaza con las protecciones laterales.
«El accidente del año pasado, yo diría que fue el mayor en mi carrera deportiva hasta el momento», aseguró el madrileño, que pese al tremendo impacto pudo pilotar el domingo y habría sumado puntos si no hubiera tenido un fallo mecánico, que le dejó fuera de carrera.
Los mexicanos Sergio Pérez (Force India) y Esteban Gutiérrez (Haas), y el brasileño Felipe Nasr (Sauber) buscarán sumar sus primeros puntos de la temporada en el trazado ruso. ‘Checo’ Pérez se quedó a las puertas en China, donde fue undécimo.
El Autódromo de Sochi es un trazado de contrastes, con dos zonas de velocidad punta en la que se pueden rozar los 350 kilómetros por hora (entre la recta de meta y la curva 2, también entre las curvas 10 y 13), pero una zona final con varios giros de casi 90 grados, muy lentos.
Para este circuito, en el que la degradación de los neumáticos es bastante baja respecto a otros trazados, el fabricante Pirelli ha ofrecido a los equipos tres compuestos, medios, blandos y superblandos. Los dos últimos parece que serán los más utilizados, en estrategias de carrera que por lo general se esperan sean a una sola parada.