José Mel fue entrenador del Real Betis español entre el 2010 y el 2014 y en ese período tuvo entre sus filas a Jefferson Montero.
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Mel no reparó en resaltar ciertas condiciones de Montero para jugar fútbol, pero tampoco se guardó las palabras para explicar cuáles eran -son- las deficiencias del volante ofensivo.
Han pasado 4 años y los mismos defectos que detectó Mel no permiten a Montero ser mejor de lo que es o ser titular fijo en los equipos que defiende.
Según Mel, “Era un jugador que tenía las mismas cualidades que ahora en velocidad, desborde, el uno contra uno; pero no sumaba al equipo en la faceta defensiva ni participaba cuando no tenía la pelota…”, dijo el DT en abril del 2012, seis meses después de que Montero llegara al equipo de Sevilla.
Mel también creía que ‘Jeff’ utilizaba su velocidad y el trabajo en potencia en el desborde, pero se equivocaba en las decisiones al dar el pase. “Si tenía que tirar, centraba, y si tenía que centrar, tiraba”.
Según Mel, consiguió que el futbolista se convirtiera en un jugador efectivo y más completo tácticamente. Y resulta que las mismas condiciones que describía Mel hace cuatro años son las mismas con las que cuenta ahora el jugador.
En el mano a mano es implacable, pocos laterales logran controlarlo y quienes lo hacen sufren más que ante otros rivales para bloquearlo. Pero Montero sigue padeciendo de las mismas falencias que en su época del Betis.
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No siente la marca, presiona poco y cuando el balón no cae a la banda izquierda, su equipo -o selección- siente que juega en inferioridad.
La potencia y la habilidad lo convierten en un gran puntero, aunque se limita a esas destrezas, contrario a los referentes de otras selecciones sudamericanas.
Lejos de que los delanteros se sientan mejor por un determinado sector, no cierran las alternativas de moverse por el centro, la izquierda o la derecha, como pasa con el chileno Alexis Sánchez, el argentino Ezequiel Lavezzi o el uruguayo Luis Suárez.
Montero se estaciona en la banda izquierda y de ahí solo sale cuando el DT decide cambiarlo. Montero tuvo un rendimiento alto en las cuatro primeras fechas de las eliminatorias rumbo a Rusia 2018, sin embargo fueron notorios sus problemas para marcar, asociarse a sus compañeros o para cerrar las jugadas por la izquierda, porque si bien se mueve mejor por ahí, una vez que llega a la raya de fondo no domina tan bien la pierna zurda para centrar con precisión.
Contra Paraguay y Colombia, su rendimiento no fue el ideal. La falta de regularidad en su equipo ya avisaba que no llegaría en un gran momento a la Tricolor. La culpa no es de Francesco Guidolin, DT italiano del Swansea City, y sí del jugador, que no reúne todas las condiciones para ser fijo en la oncena inglesa.
Fuente: Fanático