Este martes se hizo historia en Argentina. Por primera vez, la justicia declaró culpables a dos exdirectivos de una multinacional por haber participado en crímenes de lesa humanidad durante el último régimen militar (1976-1983).
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El Tribunal Oral Federal de San Martín condenó a dos exgerentes de la automotriz Ford por el secuestro y la tortura de 24 trabajadores después del golpe militar de 1976.
Los obreros, la mayoría de ellos representantes sindicales, fueron secuestrados en sus puestos de trabajo y torturados dentro de la misma planta que Ford tenía -y sigue teniendo- en la zona de General Pacheco, al norte de la ciudad de Buenos Aires.
Pedro Müller, gerente de manufacturas y segundo en la escala jerárquica de la empresa al momento de los hechos, fue condenado a 10 años de cárcel.
Héctor Francisco Sibilla, un teniente coronel retirado que fue jefe de seguridad de la planta, recibió una pena de 12 años.
No fueron los únicos exdirectivos de Ford Argentina acusados de cometer crímenes, pero otros empresarios, incluyendo al entonces presidente de la compañía, fallecieron antes de enfrentar cargos.
Los jueces también condenaron a 15 años de prisión al exgeneral Santiago Omar Riveros, comandante militar responsable de los centros clandestinos de detención en el Gran Buenos Aires. Riveros ya cumple otras condenas por delitos de lesa humanidad.